Roger Federer es "el capo" del tenis mundial y, con el camino que lleva, posiblemente termine su carrera profesional aupado en el olimpo de los tenistas inolvidables. Acumula torneos grandes y pequeños, es el número uno indiscutible de la ATP y estos días está en Madrid para participar en el Masters Series de Tenis.
¿Y qué pinta en El Blog Salmón? Leyendo unas declaraciones suyas en una entrevista en El Mundo, donde dice "trabajo para ser el mejor", me ha venido a la cabeza una reflexión sobre este tipo de perfiles. Es Federer, pero podría ser el piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher, el de motos Valentino Rossi, el ciclista Armstrong, el baloncestista Michael Jordan... deportistas que han sido dominadores absolutos en sus respectivos ámbitos, en los que no han encontrado rivales, y que aun así han conseguido mantener la motivación para seguir trabajando al máximo de sus posibilidades.
¿Qué lleva a estos tipos a seguir pisando el acelerador al límite cuando es evidente e indiscutible que ya son "los mejores"? El dinero no parece la respuesta. Cualquiera de los mencionados podría haberse retirado varios años antes de lo que lo hicieron con los bolsillos llenos de dinero, suficiente como para vivir a todo lujo durante toda su vida ellos y sus descendientes. La tensión competitiva... podría ser, pero cuando la superioridad es manifiesta puede que deje de ser un estímulo. ¿Entrar en la Historia? Puede ser, aunque desde fuera resulta un incentivo un tanto etéreo y nada inmediato. ¿Puede ser que "entraré en la Historia" sea el mantra que cualquiera se repita para madrugar y hacer todo tipo de esfuerzos?
Puede que sea el reconocimiento popular. O "la fama", aunque eso suele ser el principio del fin.
O quizás sea todo más sencillo, y es que estas personas están dotadas de un don que hace que lo que al resto de los mortales nos parece una proeza, para ellos sea coser y cantar, todo naturalidad.
El caso es que uno se pregunta... ¿cuántos de nostros, en nuestra actividad profesional, tenemos una mentalidad así de fuerte? ¿Cuántos hacemos lo que dice Federer, eso de "trabajar por ser el mejor"? Incluso en muchos casos sería suficiente "trabajar para ser mejor que el día anterior". Pero sospecho, por lo que veo alrededor (y eso me incluye, por supuesto) que muchos días ni siquiera cumplimos ese mínimo, y nos dejamos llevar...