El presidente de Repsol, Antonio Brufau, estos días ha estado laborando en contra de la gran mayoría de sus accionistas.
Está trabajando para convertir a sus grupos de inversión en un núcleo duro del 30% que le dará protección en contra de aproximaciones no invitadas de empresas y/o inversores que quieran comprar la empresa petrolera y tomar las riendas de la empresa.
El dirá que este núcleo duro dará seguridad a la empresa para que pueda continuar trabajando a favor de todos sus accionistas y para proteger a la empresa de predadores financieros.
Lo que no dirá el señor Brufau es que la empresa ya está protegida de predadores y esta protección es el conjunto de los accionistas. Si se aproxima un comprador de la empresa y a los accionistas no les gusta la oferta, sólo tienen que votar en contra. Ellos deciden, ¡esa es su protección!
Lo que tampoco dirá el señor Brufau es que hay otra razón más importante por querer su núcleo duro de accionistas, la única razón por hacer lo que está haciendo, para proteger su puesto de trabajo.
No quiere que los accionistas tengan la posibilidad de decisión de alternativas fuera de lo que el les ofrece. Eso puede ser peligroso para el, por si sus accionistas deciden en contra suya.
Vía | ABC En El Blog Salmón | Artículos sobre Accionistas Minoritarios y Artículos sobre Repsol