Nochebuena, y para más premio Domingo. Millones de personas difrutan de estas fiestas con sus familias y, en muchos casos, se aprovecha para gastar esos últimos días de vacaciones que los más afortunados atesoran o los menos afortunados no han tenido oportunidad de gastar aun. Los mercados financieros hacen una breve pausa para coger aire, e incluso los sectores que tradicionalmente trabajan a toda máquina en estas fechas, como por ejemplo los comercios, suspenden hoy sus actividades para disfrutar de un día con los suyos.
Pero la economía, el sistema, no se detiene. Y de hecho para que no se produzca un auténtico cataclismo hay también millones de personas que hoy se mantendrán en sus puestos haciendo que todo funcione: Centros de control de infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones, servicios sanitarios, fuerzas de seguridad, pero también miles de barcos, camiones y aeronaves que siguen en estos días transportando viajeros, bienes y mercancias para que, a la vuelta de las fiestas, todo siga en marcha. A todos estos sacrificados curritos anónimos son a los que quiero transmitir especialmente desde El Blog Salmón nuestros mejores deseos en estas fechas Y al resto, por supuesto, la más feliz de todas las Navidades.