Las redes de telecomunicaciones funcionan por estadística, esa misma ciencia que dice que si uno se come un pollo y otro ninguno, entre los dos se han comido medio pollo cada uno. En realidad, aunque cada usuario cuente con una línea que llega hasta su casa, no hay conexiones para todos. Lo contrario sería un despilfarro, ya que la mayor parte del tiempo no estamos usando la línea, por lo que se provee una conexión real por cada N usuarios. Es lo que se conoce como sobresucripción, y realmente funciona.
Salvo en condiciones singulares, claro, como pueden ser las catástrofes o, en un plano más agradable, acontecimientos singulares como la noche de fin de año. Y entonces la estadística se rompe, ya que todo el mundo quiere llamar al mismo tiempo. Para intentar paliar esta situación, este año el mismísimo Ministerio de Industria ha publicado una serie de consejos.
Esta suerte de decálogo cuenta con algunas alternativas, como el uso de internet y los mensajes a móviles, y algunas buenas prácticas, como realizar las llamadas antes de las 12 o, en caso de colapso de las líneas, no reintentar la llamada de forma persistente y espaciar cada vez más los reintentos, es decir, intentarlo pasado un minuto, luego tres, luego cinco...
Puede parecer una trivialidad, pero la verdad es que durante ese momento los servicios de emergencia pueden encontrarse indisponibles debido a la saturación de la red. Es por ello que quizás no es tan mala idea realizar una mínima concienciación, y es que tanto vale una felicitación a las 12:00:01 como a las 12:37:35 (por ejemplo).
En cualquier caso, feliz entrada de año a todos los lectores de El Blog Salmón.
Vía | Finanzas.com