Mucho ha sido el ruido generado por el anuncio de Apple de su nuevo producto, el teléfono-PDA-iPod-todoenuno iPhone (que de tantas cosas que promete hacer, ha dado hasta para hacer chistes). Al margen de las capacidades técnicas que tanto han epatado al respetable, uno de los aspectos más comentados ha sido la estrategia de lanzamiento planteada por Apple para su gadget: de momento, en Estados Unidos, el teléfono no estará disponible de forma libre, si no que se ofrecerá en exclusiva a través del operador Cingular.
Hace unos días, Enrique Dans hacía un análisis de las distintas opciones de comercialización del iPhone y de la relación con las operadoras. Básicamente, manejaba dos factores que habrían llevado a la compañía de Jobs a decidirse por la alianza con Cingular: la percepción de que el iPhone es un terminal diferenciador y con capacidad para arrastrar público a una compañía determinada y, por otro lado, los escasos deseos de Apple de entrar en un negocio desconocido para la compañía (el de convertirse en un operador móvil virtual).
¿Será éste el mismo modelo escogido para la expansión internacional? Mucho se ha especulado al respecto, surgiendo diferentes nombres como potenciales partners en distintas áreas geográficas. Ahora bien, como indicaba Juan Luis de Tecnorantes hace unos días... ¿no será una estrategia equivocada por parte de Apple?. Está fiando todo su movimiento a que la capacidad de desplazamiento de clientes del iPhone será muy importante, pero... ¿qué pasa si otros competidores hacen productos similares en concepto, mejores en precio, y libres o disponibles para otras operadoras? ¿Se está Apple creando un problema a sí misma con su estrategia de distribución? ¿Serán suficientes las hordas de applemaniacos para justificarla?