Es una de las marcas más carismáticas, exitosas e innovadoras del mercado, y cada vez es más dificil encontrar un hogar en el que no luzca alguno de sus productos. En el inicio de su actividad en Andalucía, con la apertura de su tienda en Sevilla, hubo un importante representante del sector del mueble que declararon en prensa que ese tipo de comercio no iba a funcionar allí, ya que los consumidores estaban acostumbrados a que les entregasen y montasen los muebles a domicilio y la idiosincrasia andaluza no aceptaría tener que "trabajar" el producto.
Nada más lejos de la realidad. Andalucía se convertirá en poco tiempo en la primera comunidad autónoma española en tener cuatro centros Ikea cuando abran sus puertas los de Málaga, Jerez (Cádiz) y Pulianas (Granada). Pero los que vaticinaron la destrucción del sector tradicional del mueble también se equivocaron. Recientemente se ha resuelto la batalla judicial que enfrentaba a dos pueblos en la disputa de la construcción de un importante centro comercial del mueble, curiosamente el mismo que hace unos años predijo el fracaso de Ikea. Si en aquel momento le movía el miedo a la competencia para hacer ese tipo de declaraciones, parece que dicho miedo se ha disipado.
¿Es que el mercado del mueble es un juego de suma cero? Uno tendería a pensar que no, ya que hay un número finito de hogares y de muebles por hogar. Pero claro, en los últimos años el boom inmobiliario ha aumentado notablemente el número de hogares por amueblar, y eso debe notarse en algo. Lo cual nos lleva a una nueva pregunta: Si la burbuja inmobiliaria explotase, ¿a cuantos sectores arrastraría en su caida?
Vía | Ideal digital