Ha llegado un moderado y un diplomático a la presidencia del Banco Mundial.
Robert Zoellick, hasta hace poco era sub-secretario de estado de Estados Unidos, habiendo trabajado anteriormente como principal negociador de ese país en los tratados de comercio. En este puesto intentó, sin éxito, llevar a buena conclusión las negociaciones de la actual ronda de negociaciones del comercio internacional de la Organización Mundial del Comercio (OMC), comenzada en Doha, Qatar, en 2001 (la Ronda de Doha).
Por lo tanto, es viejo conocido en el mundo internacional de las reuniones gubernamentales y de las negociaciones multilaterales.
Con el anterior presidente, Paul Wolfowitz, su prioridad era eliminar la corrupción inherente a los proyectos que el Banco Mundial financia y que siempre son controlados por los gobiernos de los países pobres. Ingredientes claros para que exista la corrupción.
Su otra prioridad era la reestructuración de las formas de trabajar de los departamentos del Banco. Estos intentos de cambio aseguraron que los sindicatos de los trabajadores del Banco se pusieran en su contra.
Esperemos que Robert Zoellick no pierda de vista estos dos objetivos en su agenda, bajar la corrupción en sus proyectos y mejorar la eficiencia del Banco, ya que siguen siendo importantes y necesarios, con o sin Sr. Wolfowitz.
Siendo diplomático, puede que tenga más éxito que el anterior presidente, aunque espero que este trabajo le sea más fácil que su paso por el comercio internacional, donde no consiguió nada, ¡absolutamente nada!
Vía | El País, New York Times y The Economist (estos en inglés) En El Blog Salmón | ¿Quién debe elegir al presidente del Banco Mundial? y Debemos esperar más de Doha Más información | Perfil del BBC News (en inglés)