Dos noticias que aparecen el mismo día y que siembran por igual desasosiego y esperanza. La primera es la decisión del gobierno de inyectar 4.300 millones en el fondo de reserva de la seguridad social, un fondo destinado a cubrir el déficit del sistema público de pensiones a largo plazo. Esta cantidad supone un aumento de entorno al 10%, situándose el total del fondo en unos 45.000 millones de euros. Recordar que hace poco causó polémica la declaración del ministro de economía en la que aseguraba que sólo destinarían una pequeña cantidad de este fondo a inversiones en renta variable. Si bien la noticia de que el fondo aumente puede ser positiva, la verdad es que no deja de ser una comprobación más de lo que anuncian los expertos: se avecinan años muy duros para el sistema de pensiones. La población envejece, y cada vez son más los mayores a los que debe cuidar la población activa cediendo parte de sus ingresos a la Seguridad Social. En este sentido, os sorprendería saber cuánta gente cree que la cantidad que aportan todos los meses a este organismo va destinado a una especie de fondo personal que le van a guardar durante treinta o cuarenta años: en muchas discusiones que he tenido al respecto de este tema, no falta alguien que diga "pero ¿como voy a quedarme sin pensión después de 30 años cotizando? ¿dónde está todo el dinero que les he dado?".
La segunda noticia que me ha llamado la atención, que os recomiendo especialmente que leais todos y por la que quiero felicitar expresamente a Cinco Días y a su redactor R. Pascual, es un interesantísimo análisis sobre vartios instrumentos de financiación de los "años dorados" complementarios al sistema de pensiones. El artículo se escribe a raiz de las recientes declaraciones de el premio Nobel de Economía Franco Modigliani,en el que defiende la conveniencia de dedicar los ahorros de la vida y las inversiones de las que se dispone a mantener el nivel de vida durante la jubilación, y no a acumular una herencia mayor. En este sentido, el artículo pasa revista a varios instrumentos existentes para soportar la jubilación a cargo de la vivienda en propiedad. Posiblemente el más conocido sea la hipoteca inversa: la vivienda se hipoteca con el consentimiento de los herederos y el banco proporciona una cantidad fija al mes durante los siguientes diez o veinte años. La vivienda se mantiene como garantía de la devolución del equivalente al préstamo por parte de los herederos, o bien la vivienda pasa a propiedad del banco una vez terminado el periodo.
En el artículo también se mencionan varias propuestas realizadas por el Centro de Análisis Económico y de Políticas Sociales (Caeps) de la Universidad de Barcelona, como por ejemplo hipotecas inversas de protección oficial o la creación de fondos de inversión inmobiliaria para la vejez. Así mismo, cita un estudio realizado por este centro en colaboración con la London School of Economics que asegura que el 90% de los españoles piensan dejar su vivienda en herencia, aunque esta tendencia podría estar cambiando poco a poco.
En definitiva, una lectura interesante y un punto importante de reflexión sobre lo que queremos en el futuro, algo a lo que todos deberíamos dedicar algo de tiempo. Vía | La razón, Cinco Días En El Blog Salmón | Hipoteca inversa, dinero para los mayores, las diez mejores formas de preparar la jubilación