Hemos visto a China viajar por el mundo buscando lugares para invertir, especialmente lugares que tienen recursos primarios que ellos necesitan, y si son países muy necesitados de los altos niveles de capital que China trae, pues mejor.
Han estado invirtiendo grandes cantidades, y recibiendo críticas por ello, en países africanos con muchos recursos primarios para ayudar a desarrollar estos recursos y poder importarlos.
Las críticas vienen porque, como dicen los chinos, no interfieren en los asuntos internos de estos países y no entran en el tema de si son democráticos o no.
Los viajes de China también se han visto desde hace tiempo en Latinoamérica y los flujos de comercio lo están demostrando.
El comercio entre Latinoamérica y China es el que más ha crecido estos años y se ha situado en niveles muy importantes.
Ahora, el comercio entre China y Latinoamérica es aún más alto que el que las Américas tiene con Estados Unidos. No ha llegado a los niveles de la Unión Europea todavía pero, si los crecimientos continúan a este ritmo, no tardará en superar estos también.
Seguro que este desarrollo le gusta a la parte de Latinoamérica que lidera Hugo Chavez, que está intentando que su continente se libere de sus primos del norte.
No sorprende que muchos piensen que esta alternativa es mucho mejor que tener que esperar a que los países ricos decidan ceder en sus posturas negociadoras en la Organización Mundial del Comercio (OMC). ¡Negociaciones interminables!
Vía | OECD Observer (en inglés)