Ante una medida tan impopular pero que parece necesaria (aunque se puede hablar mucho de este tema) como es retrasar la edad de la jubilación en España, el Gobierno va a optar por estimular la jubilación más tardía en lugar de imponerla, como por ejemplo van a hacer en Alemania.
La táctica empleada en España será la siguiente: por un lado estimular a la empresa para que no obligue a jubilarse a sus trabajadores, ya que a partir de que cumplan los 65 años no hay que pagar las cotizaciones sociales. Eso sí, la última palabra está en manos del trabajador, la empresa no puede obligarle a que siga trabajando (faltaría más). Y por otro lado se estimula al trabajador para que siga trabajando. ¿Cómo?
Muy fácil, soltando pasta. Por cada año que se trabaje de más el trabajador verá aumentada su pensión un 3%, hasta un máximo de un 15% si la jubilación se realiza a los 70 años. Parece que a partir de dicha edad no habrá más bonificaciones.
Se supone que de esta forma las cuentas le salen bien al Estado y al final paga menos pensiones. Tiene lógica. La esperanza de vida en España está sobre los 80 años. Por tanto, el Estado paga 15 años de media en pensiones. Si cada año pagara una unidad monetaria al pensionista, si el trabajador se jubilara a los 65 años el gasto en pensiones sería de 15 unidades. Si en cambio se jubila a los 70, por cada año el Estado gastaría 1,15 unidades monetarias (una unidad más el 15%), pero como sólo cobra 10 años, el Estado al final paga 11,5 unidades. Hay un claro ahorro.
Por otro lado al trabajador también le puede interesar económicamente, siempre que su sueldo de trabajador sea mayor que la futura pensión. Esto casi siempre es así, pero puede haber casos en los que la pensión sea mayor, ya que esta se calcula como la media de las cotizaciones de los últimos 15 años trabajados y el último trabajo no tiene por qué ser en el que más se cobre.
Una medida interesante sobretodo porque es opcional, pero me imagino que si no atrae a trabajadores obligará a tomar otras medidas no tan voluntarias.
Vía | El País