Muy interesante el artículo de Elena Herrero en sus Crónicas del Imperio, de Cotizalia.com. Nada es lo que parece, todo es una ilusión. O eso se deduce de algunas afirmaciones que realiza, obligándonos a hacer una segunda lectura de dogmas que teníamos ya asimilados.
Si existe una neolengua de esa sociedad globalizada, "calentamiento global" debe estar entre las expresiones más citadas. En castellano hablamos de 1.620.000 entradas. Una fórmula que ha convertido a un hombre tan poco carismático con los medios como Al Gore (increíble que fuese capaz de perder las elecciones contra G. Bush Jr.) en toda una estrella pop, en un premio Nobel de la Paz. Un lema bajo el que se firman protocolos como el de Kioto o del que se habla como una amenaza mayor que el terrorismo . Vamos, una neofrase fantástica. Esta verdad admitida, ha calado con una mínima resistencia (¿el primo de Rajoy?). Cualquiera que se atreva a oponerse a la misma es llevado a la hoguera como un nuevo hereje, como aquel que se opone a la salvación de la Tribu. Choca especialmente esto en una sociedad como la norteamericana, que ha hecho de la adoración al barril de petróleo su becerro de oro. Es imposible entender la organización de sus ciudades, el american way of life sin un petróleo barato. Born to be wild.
Señala el artículo una explicación alternativa. En las elites dirigentes de Estados Unidos no anida tanto una conciencia ecológica, ni la creencia en una hecatombe mundial, como el miedo ante el auge de los petrotiranos: Chávez, el ayatolah de turno, etc...La subida del precio del petróleo había provocado su envalentonamiento. ¿Cómo afrontarlo? Pues, usando las herramientas del viejo enemigo, el marxismo, incrementando las contradicciones del sistema. Favoreciendo (y aquí dejo que cada uno use su perversa imaginación) el crecimiento del precio del petróleo, y apoyando al movimiento verde y su nueva baza del calentamiento global. Todo ello debería hacer que el sistema capitalista cambiase su asignación de recursos, incrementando los mediosdestinados a la investigación y desarrollo de energías alternativas, algo difícil de realizar con un precio del petróleo alto pero asumible. Algo similar ya ocurrió con la primera crisis del petróleo (pensemos en la investigación de los diesel, la optimización de los procesos energéticos, la investigación nuclear,...). Todo con tal de acabar de una vez con la petroleodependencia y el poder de los petropaíses.
Es una teoría interesante. De ser cierta habría que ver como encaja el lobby texano-árabe de Bush, que planes, si los tienen, barajan como alternativa de poder al vacío que se crearía no sólo entre los enemigos (Irán), si no entre los propios ¿aliados?, como Arabia Saudí. Es posible que algunos ya se huelan algo, y de ahí su carrera hacia la energía/disuasión nuclear.
Apasionante. Aunque siempre hay otras visiones, igual más pragmáticas.
Foto | Azrainman
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