Si ya publicamos lo mal que estaba la situación a principios de 2006, ahora la cosa no es que haya cambiado demasiado. En ese momento ocupabamos el puesto 16 dentro de la Europa de los 25, ahora tampoco estamos mucho más arriba. La explicación rápida es que con un esfuerzo en investigación y desarrollo tecnológico del 1,06 del PIB y un gasto en I+D por habitante de 276,4 dólares no se puede mejorar mucho. Para verlo en porcentaje, el gasto en I+D en España es el 5,45% con respecto a la Europa de los 25 y el 1,62% con respecto a los paises de la OCDE.
Considerando los 25 indicadores principales de innovación y comparándonos con la Europa de los 25 el panorama es desolador. En 21 de los 25 indicadores estamos por debajo de la media de la UE-25. Hay cuatro en los que estamos más o menos en esa media europea. Tan sólo en tres de ellos nos sitúan claramente por encima de la media: población con educación superior, ventas de nuevos productos para mercados existentes y nuevas marcas comerciales comunitarias. En donde estamos a la cola es en lo referente a patentes y exportaciones de alta tecnología.
Mientras se siga pensando en España que para potenciar la contribución española al avance científico lo mejor es responder como Miguel de Unamuno: "que inventen ellos", no despegaremos nunca en este campo. Ya va siendo hora de que nuestro Gobierno se tome en serio la innovación y se acometan las inversiones necesarias.
Fuente | COTEC