Me ha encantado esta historia que se le atribuye a Walt Disney, y que hace referencia a una frase que básicamente él se inventó: "No tiene un wienie" (It doesn't have a wienie). Vendría a ser como que al producto le falta el toque final.
En 1964 Walt Disney estaba realizando una presentación a la gente de GE en un proyecto en la que les habían involucrado a Disney para que desarrollaran algo para un congreso mundial de la compañía. Éste invitó a varios ejecutivos para que viesen lo que tenían preparado. Cuando la gente de GE vio el producto se quedaron maravillados hasta el punto que se lo iban a llevar tal y como estaba. En ese momento fue cuando Walt Disney les soltó la frase que indicaba antes, invitándoles a regresar la semana siguiente a ver el producto terminado. Ese toque final resultó ser el mismo vídeo que los ejecutivos habían visto la semana anterior sólo que se había añadido un perro cómico que ladraba mientras movía el rabo. Ese añadido era el wienie, el toque final que el propio Walt quería darle. El extra.
En las empresas de hoy en día es prácticamente imposible que las direcciones inciten a sus empleados a aplicar al producto un añadido extra si éste no está incluido en los costes finales. Pero al final termina siendo aquello que en la economía de la abundancia, te hace diferenciarte de la competencia. Eleva el nivel de satisfacción a entregar al cliente porque demuestra que la empresa cree en lo que hace, porque no vale con que el producto sea bueno, éste tiene que ser lo suficientemente bueno en la cabeza de quien lo va a comprar y usar. A eso se refería Walt Disney con el wienie, al toque Disney.
Por situar lo que estoy comentando, vendría a ser el reflejo del logo de Apple en todos sus productos, la pantalla de cristal líquido del iPod, la forma como cierra la puerta un Mercedes, los easter eggs o extras no visibles que viene añadidos a los DVD de las películas de animación, el te gusta conducir de BMW. Aquello que incluyes a tu producto no porque se tenga que hacer, sino porque los creadores quieren y creen que hay que hacerlo. La distinción que hace finalmente que aquello que demanda el cliente sea el artículo que quieres compartir con ellos, tal y como se ha preparado. La vaca morada que diría Seth Godin.
Vía | Hear 2.0