En los últimos años el cine español ha recuperado un género que no le era realmente ajeno: el cine de terror. Con mayor o menor fortuna, han ido saliendo al mercado un buen número de películas españolas que buscan que nos estremezcamos. Incluso hay productoras patrias especializadas, una suerte de Hammer hispanas. Me parece bien, creo que el cine tiene mucho más qu ver con este tipo de géneros que con algún peñazo de supuesto realismo social con el que nos han castigado.
Pero para miedo miedo el que he experimentado leyendo una noticia hace escasos días. El comienzo ya nos llena de inquietud. Gobierno, sindicatos y patronal se ponen de acuerdo. ¿No os da miedo? Los tres se ponen de acuerdo. Cada vez que estos logran entenderse es que, generalmente, hay dinero por medio. El del contribuyente. Economía Gore. Pero es que aún hay más. ¿En qué se han puesto de acuerdo?
Creen que hay que prestigiar la Formación Profesional, elevar su caché social, reordenar los planes de estudio, incorporar nuevas técnicas para acercarla a la demanda de las pymes, reincorporar a trabajadores en activo a la enseñanza reglada, etc. Alguno me dirá que no le suena nuevo, que muchos de estas cuestiones son perennes en el debate nacional, y que no parecen malos los planteamientos. Y tendrá razón. Pero es que lo que tampoco es nuevo es la voracidad de los sindicatos de obreros y empresarios por el bocado de la formación.
Como es notorio, el indice de afiliación sindical es muy bajo. Otro tanto sucede en el lado de las empresas. Es evidente que las organizaciones que escenifican una supuesta lucha de clases (que-risa-felisa) no se sostienen por su militantes. Necesitan que la Administración les suelte dinerito. Y eso lo consiguen algunos con cosas tan divertidas como la supuesta devolución del patrimonio incautado por el franquismo, otros a través de la creación de consultings que supuestamente asesoran a las empresas a las que en teoría fiscalizan, etc. Pero todos ellos han estado chupando a base de bien de las subvenciones públicas, especialmente de origen europeo, en materia de formación continua (Forcem y similares) de trabajadores. Es más, a veces se han enfadado mucho cuando no han llegado a un acuerdo, ya no preocupándose por la formación de los currelas, si no por el reparto del botín. Y es que lo grave ha sido que, en general, el nivel ha sido lamentable, cuando no se han producido numerosos casos de auténtico fraude, que ha afectado a tirios y troyanos, y por supuestos han acabado adulterando el mercado privado de la formación
Es por ello que, reconociendo la necesidad de mejorar la formación de los trabajadores en general, y la FP en particular, me entre un pánico atroz en pensar que estos sujetos se acerquen a los fondos públicos (extraídos de nuestros privados bolsillos) destinados a la FP. Y es que si la Administración Pública puede y suele ser ineficaz, estos entes de rancio corporativismo no le van a la zaga. Es terrorífico que alguien crea que representan otros intereses que no sean los propios, muy por encima de los de sus afiliados siquiera. ¿Estos son los que pretenden prestigiar algo? Pues que se alejen todo lo posible de ello, que no lo tiznen.
Vía | Cinco Días En El Blog Salmón | Más formación para los desempleados Imagen | huvisian