Entre nosotros: ya me lo decía mi madre, déjate de empresas y empresos y sácate la plaza de funcionario, que es para toda la vida. Y uno, que es rebelde, no le hizo caso. Ahora, que hace frío aquí afuera, uno se acuerda de lo calentito que se esta en la Administración, en esa Función Pública por la que no pasan los ajustes “no traumáticos”.
Me he reído mucho viendo el video de Vaya Semanita, pero os recuerdo que la burocracia acecha en cada rincón. No hace falta ser funcionario (conozco a bastantes que estan libres del virus), basta con trabajar en una gran empresa con mentalidad de aparatchick. Eso si, hay una diferencia entre el empleado público y el de la empresa privada. Si al mercado se le deja hacer su trabajo, ese tipo de prácticas en la empresa privada tienden a limitarse por lo autodestructivas que son para la supervivencia de la empresa. Uno se juega el puesto. En el caso del funcionario público el asunto es, como bien se sabe, muy diferente.
Vía|BlogAhorro
Más información|Pymes y Autónomos
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