El Imperio del Sol Naciente también vive días complicados. La segunda economía del planeta acumula una caída en su producción industrial del 28% en los últimos cuatro meses, el mayor descenso en 70 años, y las cifras pueden empeorar. El agujero negro que ha dejado el crack bursátil adquiere forma de una bomba de neutrones. La caída en la producción fue del 8,5% en noviembre, y del 9,6% en diciembre, cifras sin precedente para los países del G7. A modo comparativo, la caída en diciembre en EEUU fue del 3,8%.
El agujero que comienza a perforar el continente asiático, tiene aún a China luchando por no caer del 8% en su PIB. Una caída del 8% sería fatídica y provocaría movilizaciones sociales masivas como las que estamos viendo en Francia, Grecia, Islandia. Además, para China el 8 es un número cabalístico. No puede permitirse perforar hacia abajo su crecimiento después de haber alcanzado tasas del 12% y 13% en los últimos 20 años. Por eso parte de su plan de reactivación por 600 mil millones de dólares lo empleará en desarrollar y expandir la economía agrícola, para evitar la migración que ha significado inyectar a las metrópolis una media de 100 personas por minuto durante los últimos 20 años.
Japón también busca defenderse para sortear este momento de vacas flacas que adquiere proporciones bíblicas. Una de las opciones es recortar la burocracia y reducir nada menos que el parlamento para lograr un equilibrio en las cuentas fiscales ahora que amenazan ponerse deficitarias. El sueldo anual de un miembro de la Cámara de Consejeros es de 34 millones de yenes, y reducir de 242 a 100 miembros la Cámara Alta, significa, mal que mal, un ahorro de 4.828 millones de yenes en un año.
Una de las palabras más populares que se utilizan en Japón por estos días es maizokin (tesoro enterrado) para referirse a las reservas cercanas al billón de dólares. A diferencia de los Estados Unidos, la cultura japonesa tiene inyectado en su adn el gen del ahorro, y no se permitiría dilapidar dichos ahorros por más que la nación se enfrente a la más dura recesión en 100 años, como cuenta el profesor de la Universidad de Seigakuin, Teruhiko Mano.
Más información | Japan Times
Imagen | Altus