A todos, candidatos y empleadores, nos gustaría pensar que los procesos de selección en las empresas son asépticos, y que se basan en valoraciones objetivas de nuestras capacidades profesionales. Y, puestos a que existan subjetividades, no nos hace mucha gracia pensar que el aspecto físico pueda ser determinante. Sin embargo, en realidad somos humanos y el físico tiene su importancia. Algo que, en términos del día a día podíamos imaginar ya, pero que un reciente estudio viene a confirmar.
En efecto, en un estudio publicado por Marc F. Luxen y Fons Van de Vijver en el Journal of Organizational Behavior, el atractivo facial tiene una influencia decisiva en el éxito de los aspirantes a un puesto de trabajo. Así, los entrevistadores de un determinado sexo tendían a mostrar preferencia por los candidatos más atractivos del sexo contrario. Pero también se producía un fenómeno curioso, y es que cuando entrevistador y entrevistado eran del mismo sexo, el efecto era el contrario: se tendía a seleccionar al menos atractivo.
Parece que nuestras pulsiones más básicas (atracción por el sexo opuesto, reticencias respecto a posibles competidores del mismo sexo) están bien presentes en las decisiones laborales. Y lo peor es que este estudio mostró que estos resultados eran independientes de la profesionalidad de los entrevistadores: seguían el mismo patrón tanto los profesionales de Recursos Humanos como estudiantes que colaboraban con la investigación.
Así pues, si eres guapo o guapa, tienes un cierto camino andado. Eso sí, cuidado no te toque alguien de tu mismo sexo: entonces, esa potencial ventaja se transformará en una barrera.
Vía | Nodos en la red