Vivimos en un mundo invadido por la publicidad. Cuando vemos la televisión, cuando conducimos, cuando navegamos por Internet, hay anuncios por todas partes. Y muchas veces se repiten una y otra vez. Y uno se llega a plantear si tanta avalancha y saturación no hace que pierda efectividad. Yo creo que es así, la saturación no es buena a la hora de destacar un producto. Pero si logras introducir publicidad en un lugar donde antes no la había o donde alguien no se la espera encontrar es posible que la publicidad sea muy efectiva.
Hoy he visto que en el discurso de Hugo Chávez en las Naciones Unidas, el presidente de Venezuela mencionó un libro de Noam Chomsky, y recomendó su lectura a todos los americanos. El libro en ese momento estaba en el puesto 60.772 de la lista de libros más vendidos de Amazon. En unas pocas horas saltaba al puesto número 7. La combinación de un personaje conocido, ya sea por connotaciones positivas o negativas, combinado con la publicidad de un producto donde no suele haberla, más la gran audiencia que tuvo el discurso por las maneras con las que se expresó Chávez, han sido muy efectivas para la venta del libro. Luego la publicidad sí que funciona cuando se dan las condiciones adecuadas.
Con esto no quiero decir que la empresa editora o el propio autor del libro hayan pagado por hacer publicidad del libro, pero en el fondo lo que quería Chávez es que la gente leyera el libro porque dice cosas que él piensa sobre la política de EEUU. Es decir, estaba haciendo publicidad del libro aunque fuera con fines no económicos.
Vía | IBLNEWS En El Blog Salmón | Publicidad