Se veía venir. La subasta energética que preparaba la OCU ha quedado desierta porque ninguna empresa ha presentado ofertas. Hay dos motivos para esto, uno técnico (y con cierta razón) y otro no tan técnico y que evidencia los problemas que tenemos en España.
El motivo principal para que no haya participantes es que las grandes comercializadoras no han aceptado la invitación, sin motivos. ¿Y por qué? No quieren que aparezca nadie que les remueva el chiringuito que tienen montado. Es decir, son un oligopolio y quieren seguir así, la competencia nunca es buena para las empresas, sólo para los consumidores.
¿Y qué pasa con las pequeñas comercializadoras? Pues que veían muchas dudas técnicas al proceso. Primero, para calcular bien el precio necesitan muchos datos del consumo y no todo el mundo los ha dado. Y otro motivo es la morosidad: sin saber los perfiles de los clientes es complicado hacer una oferta global. Esto es entendible y esperemos que la OCU trate de subsanarlo la próxima vez.
En fin, una ocasión perdida para que los consumidores mejoraran sus tarifas. Pero hay muchos intereses para que esto no sea así.
En El Blog Salmón | La OCU crea una subasta de energía para ahorrar en gas y electricidad