La recesión mundial actualmente en marcha es el resultado de una larga sumatoria de errores que deberá hacer pensar sobre la dirección futura que habrá de tomar la economía mundial, el planeta y toda la humanidad. ¿Llegaremos a la anarquía total como la presenta el informe Global Trends 2025, o como señala Gus McPherson en la entrevista El fin del mundo tal como lo conocemos?. Este es el momento en que hay que apelar a la visión de un mundo sustentable y apostar por los cambios que den sentido al futuro humano.
El duro golpe que han sufrido los consumidores con la caída de los fondos de pensiones en un 40%, o la caída en los precios de la vivienda en un 30% han llevado a una incertidumbre generalizada sobre los mercados financieros. Las ventas de autos se encuentran en el menor nivel de 20 años pues hasta eso se ha tornado riesgoso dada la volatilidad en el precio del crudo y el convencimiento de que los recursos naturales son escasos y finitos y no eternos como hizo pensar el sueño dorado del consumismo exacerbado. Son elementos que se incorporan al análisis costo-beneficio de las decisiones colectivas donde el equilibrio sustentable comienza a ser imperioso.
En gran medida la recuperación económica dependerá de la seriedad con que se tomen las finanzas en el futuro. El desafío económico de urgencia en esta parte del proceso es determinar el re-equilibrio mundial de las cuentas corrientes y la alineación de los saldos en las balanzas de pagos entre las tres principales zonas económicas: Europa, Asia y EEUU. En ese sentido EEUU deberá cumplir la receta y devaluar controlada y paulatinamente su moneda para dar impulso a las exportaciones y revitalizar su alicaída industria interna. Único elemento real que le permitirá revertir su déficit en el largo plazo.
Y en este proceso habrá que determinar de manera más fina y detallada qué tamaño de los déficit en cuenta corriente pueden ser sostenidos en el tiempo sin incurrir en daños a la producción nacional y a la economía mundial. El fracaso a la prohibición de los déficit a tabla-rasa implantada por el FMI a las economías emergentes lo demuestra la paradoja de que el país más rico terminó siendo el más endeudado y al borde de la insolvencia. Este análisis no es menor si tomamos en cuenta que el dólar constituye el 64% de las reservas mundiales de divisas mientras el euro solo el 26%. Por ello debe ser analizado responsablemente ahora que el Global Trend ha dado cuenta del sombrío escenario que se avecina sino actuamos a tiempo.
Esta colaboración tendrá en cuenta la importancia de factores tales como el crecimiento de la producción, el tamaño de los déficit presupuestarios del gobierno, la conducta de la política monetaria, y el desarrollo de los sistemas financieros. El déficit comercial que tiene EEUU ha sido financiado por el banco central de China en los últimos diez años. Y deberá seguir financiándolo ahora con mayor razón dado los altos costos en que está incurriendo ese país para reconstruir su economía después de una larga década de derroche y consumismo irracional.
Imagen | Ignacio Conejo