Decía en mi último post que en el siguiente, en éste, pensaba comentar mi impresión acerca de la evidente discriminación social, mediática y política entre los desahucios de hipotecados y los de inquilinos. Y para ello voy a partir de la cita de un conocido economista, al que poco o nada me une, John Kenneth Galbraith, el discipulo de Keynes (y es que los expertos en manipulación de masas son los expertos).
En cualquier gran organización es mucho, mucho más seguro equivocarse con la mayoría que acertar solo.
Resumiendo, esto no va de acertar o no acertar. Esto consiste en estar con la mayoría o no, y si me apuran de estar con la minoría organizada, leninista (en el sentido organizativo) que controla el cotarro. Así de sencillo, y al clavo que sobresale se le remacha, por discrepante, libertario o anarquista. ¿Queréis ejemplos?
Pensaste en un momento que los precios inmobiliarios eran excesivos. Y, contra la corriente mayoritaria, alquilaste, por motivos de seguridad, financieros, de movilidad geográfica, etc. ¿Acertaste con tu predicción? Puede, pero ahora te encuentras con que la ley protege al hipotecado desahuciado y no al inquilino desahuciado, que tu empresa, por mor de la crisis ha petado, y que eres tan o más vulnerable que el que apostó con la banca (nunca mejor dicho).
Si has ahorrado, encima te encontraras con que deberás pagar más impuestos para sostener todo este tinglado social, que las pocas ayudas que tenías te serán recortadas pues otros las necesitan más que tu. Y por supuesto, si dudas, te chantajearan psicológicamente al grito de insolidario.
Es posible que hayas estudiado, que durante muchos años, mientras tus amigos se ganaban un dinero en la construcción, tu apenas podías sacarte unos euros. Y ahora te encuentras con que debes contribuir con tus recursos vía impuestos (y recorte de sueldo si eres empleado público) a que se vuelvan a animar a estudiar. Recuerda, hoy por ellos, y mañana también.
Optaste por dejar tu dinero en un banco conservador, en un simple plazo fijo, desconfiando de ofertas como las de Bankia, pero ahora te encuentras que los que no fueron tan precavidos como tu tienen su dinero y encima le sacaron mucha más rentabilidad. Tenías razón, pero de que te ha valido más allá de tener que financiar el rescate de los imprudentes.
Ahora piensas que el sistema de pensiones publicas está quebrado, que es insostenible, y ahorras por tu cuenta. Da igual que lo hagas en un plan de pensiones, en un inmueble o en otros activos financieros. Si acabas acertando, el Estado, invocando lo que tú ya sabes (si, la solidaridad) te lo acabará guindando de un modo u otro.
Así que si fuiste prudente, si te formaste, si ahorraste, enhorabuena. Has acertado. Tenías razón. Y ahora vas a pagar por ello, vas a pagar a los que no la tenían.
Es la democracia, o lo que la mayoría entiende por democracia ,y a estas alturas debes tener claro que tener la razón o no es irrelevante.
Súmate a la mayoría. Sé demócrata.
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