La amenaza que se cierne sobre la rebaja a la calificación de los países europeos en medio de la crisis del euro comenzó a materializarse ayer, cuando la agencia Moody’s rebajó dos lugares la nota de Bélgica, mientras Fitch anunció su intensión de rebajar la de seis países europeos, incluidos tres de las principales economías: Francia, Italia y España. Con esto se cumple lo que anunciamos hace unos días cuando señalamos que las agencias de calificación amenazan ahora al núcleo duro y disciplinado de la eurozona.
El aviso de estas agencias, que en su momento fueron incapaces de advertir la crisis, pero que luego de su estallido han ayudado a potenciarla, se produce en momentos en que se informó que Francia, la segunda mayor economía de la zona euro, se encamina a la recesión con retrocesos que se materializarán durante dos trimestres consecutivos (el último de este año y el primero de 2012).
La disminución de las calificaciones se traduce en mayores costos de financiamiento para los países afectados, lo que significa que tendrán que pagar intereses más altos para obtener crédito, en momentos en que Europa atraviesa por una crisis de deuda que desde el año pasado amenaza no sólo con desestabilizar a la zona euro, sino incluso con hacer desaparecer la existencia de la moneda común, ante la incapacidad de los gobiernos para promover el crecimiento y el empleo. Además, como advirtió la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, este jueves, la crisis de deuda europea está poniendo en riesgo la estabilidad económica a escala global.
Moody’s recortó la calificación crediticia de Bélgica de Aa1 a Aa3, con perspectiva negativa, lo que significa que podría determinar una nueva disminución. Bélgica tiene un endeudamiento relativamente alto que aumenta los peligros para sus perspectivas de crecimiento. Los rescates al Banco Dexia, que se mantiene en pie gracias a las multimillonarias garantías estatales, es uno de los factores que encierra considerables riesgos para el presupuesto público belga.
Por su parte, Fitch colocó en perspectiva negativa la calificación triple A de Francia y amenazó rebajar la de España, Italia, Bélgica, Eslovenia, Irlanda y Chipre (que ya tienen perspectiva negativa), al considerar que una solución integral a la crisis de deuda de la región está técnica y políticamente fuera del alcance. En París el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos informó que Francia se encamina a una recesión, con retrocesos de 0,2 por ciento en el último trimestre del año y 0,1 por ciento en el primero de 2012. El nerviosismo ha llegado también a Estados Unidos, y un funcionario de la Reserva Federal advirtió ayer que las tensiones financieras en Europa desbordan a Estados Unidos, al limitar las exportaciones y contribuir a la baja de la confianza de los consumidores. La economía global entra así en una fase de nueva incertidumbre donde el objetivo final es la destrucción de la moneda única europea.
En El Blog Salmón | Las agencias de calificación amenazan ahora al núcleo duro y disciplinado de la eurozona
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