
Aunque se dice que lo peor de la crisis ya pasó, el lento crecimiento global anticipa un desempleo superior al 10% para Estados Unidos hasta bien entrado el próximo año, con más de 8 millones de trabajadores sin empleo. En el Reino Unido, por su parte, el desempleo afecta a 2,5 millones de personas, y uno de cada cinco jóvenes está sin trabajo. Cada día las empresas siguen despidiendo gente y por eso resultan tan insólitas las declaraciones de Ben Bernanke de que "la recesión ha terminado".
Lejos de la ocurrencia de Bernanke, uno de los principales responsables de la crisis junto a Alan Greenspan, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ha advertido a los gobiernos que deberán tomar medidas urgentes para evitar que la actual recesión se convierta en una crisis global de largo plazo. Las medidas ya tomadas, si bien han atenuado la caída,
Según la OCDE el desempleo entre sus 30 países miembros, se elevará al 10% a fines del próximo año, muy por encima de su anterior cifra de 7,5% alcanzada en el segundo trimestre de 1993, hasta ahora la mayor desde los años 70. El desempleo vive un problema estructural de envergadura y la persistencia del desempleo tras la crisis lo convierte en un fenómeno no deseado.
De acuerdo a la OCDE, el desempleo alcanzará en España una tasa de 19,8%, en Irlanda 15,1% y en Alemania 11,8%. Se trata de un panorama abiertamente tenebroso que da cuenta de la debilidad de la recuperación económica que se ha estabilizado en un nivel inaceptablemente pobre y que mantiene latente el peligro a una nueva zambullida. La posibilidad real de una recaída mundial se mantiene plenamente vigente. El paciente sigue en coma, y aunque hay muchos matices diversos, la actual crisis es, sin duda, la mayor que sufre la historia, desde los años de la Gran Depresión.
Imagen | John and Keturah