Alemania no es actualmente una locomotora económica para Europa y su fortaleza se basa solamente en las exportaciones. Lo que Alemania vende es lo que la hace grande hacia afuera, pero su demanda interna es reducida y no estimula el crecimiento europeo en el corto plazo. Esto es parte del Informe del FMi dado a conocer ayer, en el cual, junto a reconocer la fortaleza de Alemania y su capacidad para superar la crisis, advierte que si no aplica reformas importantes condenará a toda Europa a la mediocridad económica.
El FMi advirtió que el gobierno alemán debe prestar especial atención a los problemas generados por la disminución de la población, a su educación, el desarrollo de infraestructuras y la falta de un buen clima para fomentar la innovación con el objetivo de proteger a su economía para las perspectivas de crecimiento a largo plazo. Para ello, apunta el informe, Alemania debe reducir su dependencia de las exportaciones y aumentar su demanda interna, principalmente por la vía de un mejoramiento de los salarios.
Tal como hemos señalado en algunos post relacionados con la crisis griega como La crisis griega y el destape de los desequilibrios monetarios, o el documental Deudocracia, entre otros, gran parte de los desequilibrios han sido provocados por la propia Alemania al aprovechar las ventajas competitivas que le permitió el euro.
Este importante y oculto beneficio que tuvo Alemania con la instauración del euro, le permitió ventajas que erosionaron las economías de otros países europeos, lastrándolos a un profundo deterioro. Las políticas expansivas de Alemania han impactado en las balanzas comerciales de los países periféricos, acentuando los desequilibrios económicos de la eurozona. Ha sido el mismo caso de China con Estados Unidos: mientras China (Alemania) producía, Estados Unidos (resto de Europa) consumía. Este desequilibrio en la balanza comercial puede permitirse durante un tiempo limitado, pero si se transforma en vicio el país cae en la adicción a la deuda.
Como muestra la gráfica de este post (tomada del informe del FMI), el ahorro de Alemania está en la media de los países de la OCDE, pero la inversión alemana está bastante por debajo del promedio de estos países. Fijaros dónde está la inversión de España, algo que pulveriza todas las expectativas de los especuladores, que no son más que una efímera expresión de la furia de la naturaleza.
Este es uno de los informes promovidos bajo iniciativa de Dominique Strauss-Kahn, el ex jefe del FMI, quien propuso evaluar de manera más significativa, cómo las grandes economías del mundo (zonaeuro, Estados Unidos, China, Japón y Reino Unido) afectaban el crecimiento mundial. Estos “efectos colaterales” son un llamado para instar a los países con grandes superávits en cuenta corriente (como Alemania, China y Japón) a impulsar la demanda interna y el empleo, y dejar de confiarse en las exportaciones. Es una receta que no figuraba en el Consenso de Washington, donde siempre se impulsó al predominio de las exportaciones por sobre la demanda interna y el empleo. Esperemos que este cambio llegue a tiempo, y que alcance a demostrar su sentido.
Más información | FMI
En El Blog Salmón | La crisis griega y el destape de los desequilibrios monetarios