Encontrar un trabajo se está haciendo cada día más difícil. La gráfica muestra la relación entre desempleados y creación de empleo: por cada siete nuevos desempleados, hay sólo una oferta de trabajo disponible. Así está la situación laboral en Estados Unidos, pese a que Gary Becker, el año pasado, sostenía que no existía crisis alguna. Su argumento era que la tasa de desempleo en ese momento era del 6%, mientras que durante la Gran Depresión llegó al 25%. Hoy, sin embargo, la tasa real de desempleo para Estados Unidos está en el 17%, más de 15 millones de desempleados en el país que tras la segunda guerra mundial llegó a producir el 50% del PIB del mundo.
Esta ausencia de trabajo que, como decíamos ayer, reproduce el círculo vicioso de desempleo-caída en la demanda-más desempleo, es producto de lo que podríamos llamar la prepotencia del homo económicus. Como hemos expresado, existe una ala muy importante y muy influyente en la doctrina económica que minimizó la teoría de los ciclos hasta señalar que las crisis “no tenían ninguna importancia”. De esta forma se despreciaron las teorías de Keynes y Kalecki que buscaban corregir justamente las inevitables anomalías del ciclo económico.
La prepotencia del homo económicus fue más fuerte y permitió el surgimiento de la crematística, descuidando valores centrales de la estabilidad social. Ahora que estamos viendo el drama que implica un desempleo global para la industria y el comercio, no sólo debemos lamentar el retorno a la economía de la Gran Depresión, sino que aquella prepotencia haya borrado de la mallas curriculares en la Universidades del mundo, materias relacionadas justamente al ciclo, al análisis económico, y a la historia del pensamiento económico. Este hecho equivale a imaginar que en una facultad de medicina eliminen los ramos de anatomía por considerarlos pasados de moda.
Esta es la razón por la cual muchos economistas, que son importantes en sus áreas, no entienden lo que está ocurriendo al interior del ciclo. nadie se escandaliza si a un médido, especialista en páncreas, se le muere un paciente de gripe. Se asume que no es un experto en toda el área médica, y punto. Lo mismo debiera ocurrir para los economistas que no conocen ni la historia del análisis económico ni la historia del pensamiento económico, y quieren hablar de todo con la misma ligereza con que se pronuncian sobre las acciones bursátiles o el precio del petróleo.
El desempleo, por ahora, se halla en los dos dígitos a nivel mundial y amenaza con continuar al alza durante todo el próximo año. Estados Unidos y Europa no han sido capaces de generar empleo a la misma velocidad con que se está destruyendo. China es el único país que está tirando del empleo y gracias a la actividad del gigante asiático, no se han desplomado las economías de América Latina. Este es un punto que diferencia a la actual crisis de sus predecesoras.
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