Primero fue Grecia, después Irlanda y Portugal. Ahora le toca el turno a Italia. Si el problema de los griegos era que son flojos y borrachos, ¿qué se dirá ahora de los italianos, a quienes les gusta la dolce vita, las pastas, el buen vino y los Ferrari?. Como vemos, a lo largo de esta crisis se han hecho muchas acusaciones falsas que solo han desviado el problema central de cómo enfrentar una crisis. Y como advertimos en febrero, Italia es la mayor amenaza para el euro, no Grecia
En Europa nunca había habido una maratón tan prolongada de sus líderes, con dos y hasta tres reuniones a la semana en las que no hay nada que decir. Ver a Angela Merkel corriendo por escaleras y pasillos, o a Nicolás Sarkozy saliendo de la clínica sin poder ver a su hija para partir a una reunión en Bruselas, no es precisamente lo que resuelve los problemas. Las cosas están así para Europa y sus liderazgos se han puesto a prueba porque se ha perdido la fe en estos líderes y ya ni entre ellos se toman en serio.
La prensa italiana fue muy dura con sus vecinos pero en algo tenía razón. El diario La Stampa expreso así su malestar:
Es un insulto ser equiparado con Grecia. Somos el enfermo de Europa porque nuestro gobierno es incapaz de actuar y le ha faltado coraje para introducir medidas que promuevan el crecimiento.
¿Crecimiento?.. Pero si nadie habla de crecimiento en la UE, porque al parecer se les ha olvidado que la única receta para superar las crisis es el crecimiento económico. Pero claro, prefieren seguir las instrucciones del BCE y del FMI, que sólo han sabido imponer recortes presupuestarios y draconianos planes de austeridad. ¿Cómo puede haber crecimiento bajo esas condiciones?
Es interesante que el tema del crecimiento haya vuelto a salir al tapete justamente ayer en un informe de Business Insider que recogió El economista.
Los líderes de la UE se han concentrado en la estabilidad del euro y han ignorado el problema central de la economía que es el crecimiento. Sólo con crecimiento se puede dar impulso al empleo y este problema es más prioritario que el cuidado a la moneda única. Además, retomando el crecimiento la moneda única se defiende sola, y no requiere de dos o tres agotadoras reuniones a la semana para sobrevivir.
El crecimiento ha sido siempre la única forma eficaz de enfrentarse a una crisis financiera y el deber de los líderes es encontrar los mecanismos para hacer eso posible. Sin embargo, a cuatro años del estallido de la crisis nuestros líderes siguen en el pantano y sin hallar soluciones para el impulso económico. Han caído en la trampa de que un mayor endeudamiento público es imposible, y al negarse a la única opción real de impulsar la economía, tienen todo paralizado.
Una de las opciones que se debieron tomar desde un principio, era fijar la paridad dolar/euro. Con ello hacían desaparecer toda la volatilidad del mercado que le resta fuerza al empuje económico. Es sabido que a mayor volatilidad en las divisas, más grande es la merma del crecimiento por la fuga del capital productivo hacia el capital especulativo. Por temor a recibir el rótulo de “intervencionistas”, los líderes europeos cayeron en la trampa perfectamente preparada y le entregaron todo a los crupiers. Ahora, aunque sea tarde y contra todo, hay que revertir ese camino. Al menos tendrán una propuesta y una bandera de lucha.
Más información | Berlusconi, aun paso de caer
En El Blog Salmón | Italia es la mayor amenaza para el euro, no Grecia, ¿Por qué no aumentamos la deuda pública y dejamos caer a la banca?
Imagen | Alessio85