El nueva situación política necesita un análisis profundo de dónde está la economía de España y los diferentes retos a los que se va a enfrentar después de casi de 6 años de expansión, aunque haya sido una expansión moderada.
Aún no se sabe ni cuándo ni por dónde llegará la próxima crisis económica. La economía es algo complejo en que las predicciones a medio y largo plazo son difíciles de realizar. Aunque, sí que podemos identificar los errores de la economía y prever la próxima crisis, que tarde o temprano siempre llega.
Nos podemos preguntar: ¿Qué reformas son necesarias para hacer frente a una nueva crisis?
Las cuentas públicas tienen un problema a corto y largo plazo
Las principales debilidades de la economía española son las cuentas públicas, la productividad, la estructura de exportaciones, el sistema financiero y la fragmentación política.
En tema de cuentas pública, España mantiene un gran problema a corto, medio y largo plazo. En corto plazo, el déficit estructural de la administraciones públicas está alrededor del 2,5 por ciento del PIB y las medidas de política fiscal desde hace 4 años, han aumentado esta cifra.
Mientras que un 2,5 por ciento del déficit estructural puede parecer bajo, este nivel de déficit deja expuestos a una situación en la que un cambio de ciclo económico y un aumento de los costes de financiación de la deuda pública, se podría convertir en un déficit de alrededor del 7 por ciento.
Financiar este déficit, dada el volumen de deuda pública en España, alrededor del 97 por ciento del PIB, va a ser un gran reto. A largo plazo, el problema es el Estado del Bienestar que se enfrenta a una población envejecida y su reforma no se puede evitar.
Los sucesivos gobiernos han mostrado la imposibilidad de interiorizar las restricciones presupuestarias intertemporales, demostrado por la suspensión de la aplicación del factor de sostenibilidad de las pensiones.
España falla en productividad y en estructura de exportaciones
España sigue fallando en el aumento de la productividad. Los últimos años con bajo crecimiento de la productividad, por no decir nulo. A largo plazo, solo el aumento de la productividad puede lograr una mejora de la renta per cápita.
La falta de aumento de la productividad es la causa de que España no haya convergido desde mitad de los 70 a nivel de renta con nuestros vecinos del norte en la Unión Europea.
Por otra parte, España tiene una estructura frágil a la hora de exportar. La capacidad de las exportaciones de las empresas españolas ha sido una de los factores para superar la crisis económica, ya que se exporta más, respecto porcentaje del PIB, que nuestros vecinos franceses o italianos.
Las exportaciones se están concentrando en sectores muy expuestos al cambio tecnológico, como son el sector automovilístico o el petroquímico, y además se concentra la mayor parte en Europa Occidental, con poco penetración y escaso nivel de crecimiento en mercados como el indio.
España tiene un sistema financiero frágil
El sistema financiero en España es frágil, ya que las entidades bancarias tienen el menor ratio de capital ordinario de nivel 1, es aquel que tiene mayor calidad, de los países miembros de la Unión Europea, con lo que su solvencia se puede mejorar.
Los beneficios de las entidades bancarias españolas dependen de los servicios bancarios y sus comisiones, que es la actividad bancaria más expuesta a los cambios tecnológicos. Además, la crisis financiera ha provocado una fuerte concentración del sector, lo que ha encarecido el crédito, algo perjudicial para la actividad económica.
El modelo de entidad bancaria universal, donde se tiene una estrecha relación con el cliente, impide el desarrollo en otros segmentos como los fondos de inversión o pensiones, y las alternativas de ahorro en España sigue estando limitadas y de aquí la importancia de la inversión inmobiliaria en España.
España con un Congreso de Diputados fragmentado no puede tomar decisiones impopulares
España tiene un Congreso fragmentado, donde será difícil introducir medidas con alto coste político.
Las reformas que ahora se necesitan y que nos prepararían para una nueva crisis pasan por solucionar todas estas situaciones, y se podría realizar de la siguiente manera:
- Consolidar las cuentas públicas y esto requiere un esfuerzo por parte de los ingresos, en particular eliminar los tipos reducidos y superreducidos del IVA, y eliminar distorsiones en el impuesto de la renta. Esto dará un marco presupuestario más sólido a largo plazo.
- Establecer un plan de productividad para apoyar el crecimiento, reformando el sistema educativo, el I+D+i, el mercado de trabajo y su marco regulatorio, mejorar la calidad legislativa y judicial...
- Las empresas tienen que exportar en mayor cantidad a los mercados asiáticos y apostar por una mayor complejidad tecnológica y un menor riesgo al cambio.
- La política española debe encontrar puntos de entendimiento donde, más lejos de los intereses de cada partido, se pueda avanzar en reformas consolidadas.
En El Blog Salmón | Así es la japonización de la economía de Europa
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