El diseñador y empresario Adolfo Domínguez ha hecho unas polémicas declaraciones en el Forum Europa Tribuna Galicia. Ha dicho, nada más y nada menos, que es necesaria una reforma laboral en España que imponga el despido libre, debido a que esto aumentaría inmediatamente la productividad española.
En su opinión España saldría de la crisis implantando esta medida y abandonando el “elogio de la pereza” que supuestamente se ve bien. Se queja de las bajas ficticias por depresión que además tienen derecho a vacaciones nada más reincorporarse. Si todo esto no estuviera permitido, la gente se esforzaría más, intentando defender su puesto laboral cada día.
Adolfo Domínguez presenta unas ideas muy radicales para lo que estamos acostumbrados en Europa. El despido libre efectivamente reduciría el absentismo laboral, pero también es cierto que las empresas cuentan con mecanismos para evitarlo, como no pagar los tres primeros días de baja, que no suelen usar para evitar el conflicto con sus trabajadores.
También es cierto que un sistema así dejaría muy desprotegido a los que se cogen bajas por motivos justificados. Es decir, propone pagar justos por pecadores, cosa que no me parece justificada en ningún caso (por ejemplo tampoco en el canon que cobra la SGAE por la venta de soportes de almacenamiento). Sí que me parecería bien que se implantaran mecanismos para evitar abusos de nuestro sistema de protección social, tanto por bajas como por subsidio del desempleo.
Lo de aumentar la productividad y terminar con la crisis con esta reforma, tampoco me lo creo. Existen métodos de contratación que ya se llevan usando muchos años, como es la contratación temporal, cuya indemnización por despido es prácticamente nula. Eso no ha hecho aumentar la productividad, todo lo contrario. El empleo es más precario, el trabajador no está motivado, y la alta rotación hace que al trabajador le cueste adaptarse al puesto.
El aumento de la productividad tiene también que venir por parte de la empresa: formación específica, herramientas adecuadas, motivación a los trabajadores, que tenga la certeza de que tiene una carrera profesional por delante, sueldos dignos…
Y por supuesto tenemos el contraejemplo. Una economía con despido libre es EEUU. Y aún así tienen un paro en estos momentos muy alto (para sus estándares y su protección socia), entorno al 10%. Si un sector fundamental entra en crisis, como ha sido el financiero en EEUU, el problema no se resuelve con despidos libres. En España hemos tenido un sector que se ha hundido, como es la construcción. Y con despido libre no se solucionaría. De hecho, si se aprobara una medida de tal calibre de golpe, el efecto podría ser el contrario: el miedo al despido retraería más el consumo y agravaría la crisis.
Con esto no quiero decir que no sea necesaria una reforma laboral en España. Pero una reforma radical como la que propone Adolfo Domínguez, a mi entender, no solucionaría nada a corto plazo e incluso la veo perjudicial.
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Vía | El Economista
Imagen | Quenerapu