A río revuelto, ganancia de pescadores. Con la nueva reforma laboral recién salida del horno, cinco millones de parados y unas perspectivas de futuro nada alentadoras, hay empresas que están haciendo su agosto. Y es que no todo son despidos, EREs y cierres de empresas familiares. Mientras el futuro de muchas personas se desmorona, otros agudizan el ingenio para ganarle la partida a la crisis, o aprovecharse de ella, según queramos verlo. He aquí algunos ejemplos:
Casas de apuestas y juegos de azar. En épocas de crisis se dispara la necesidad de obtener dinero fácil y muchos ciudadanos recurren al azar para conseguir en él lo que el mercado laboral no les da.
Empresas encargadas de cobrar a morosos. A mayor morosidad, más créditos a reclamar. Las empresas serias dedicadas al cobro de morosos, del tipo de El Cobrador del Frac, están haciendo su agosto. Los índices de morosidad en España han pasado de cifras muy reducidas a serios porcentajes a tener en consideración.
Las casas de empeño. A pesar de que las tasaciones suelen rondar el 60-75% del valor del bien y de que los intereses pueden alcanzar el 25%, cada vez más gente renuncia temporalmente a objetos de gran valor sentimental y recurre a las casas de empeño.
Las empresas de formación.Con el paro por las nubes y colas kilométricas a las puertas de los servicios nacionales de empleo, la gente opta por reciclarse y volver a estudiar como paso previo a su reinserción en el mercado laboral. En pleno apogeo del boom digital, son las empresas de formación online y a distancia las que mayor éxito están teniendo en la captación de clientes. Los cursos preparatorios para la formación profesional y los de idiomas son los más solicitados.
Las tiendas de arreglos de ropa. Los sastres de toda la vida han vuelto para quedarse, o al menos durante unos cuántos años. Esos pequeños descosidos en el pantalón o ese cuello de camisa roto ya no son motivos suficientes para acudir al centro comercial más cercano a renovar nuestro vestuario.
Establecimientos de comida rápida. McDonalds, BurgerKing o Bocatta son ejemplos de establecimientos de comida rápida que ven como aumenta su clientela cada día. Los bajos precios y la diversidad de sus menús ganan la partida a la calidad de sus productos a la hora de impulsar la llegada de clientes.
Tiendas de alimentación “low cost”, tipo Lidl, Dia o Carrefour. Las necesidades básicas siempre han de estar cubiertas y si es a bajo coste mejor. Las llamadas marcas blancas que este tipo de establecimientos comercializan se han convertido en sustitutivas de otras de mayor popularidad y también más elevado precio.
Como podéis comprobar, hay un poco de todo. No hemos hablado de las empresas dedicada a la compra-venta de oro por lo elemental que resulta su pelotazo, o tal vez burbuja, quién sabe. Lo que está claro es que tal vez este sea el momento que muchos hemos estado esperando para tener una idea revolucionaria que aplicar a un mercado que se encuentra bajo mínimos.
En El Blog Salmón | Los sectores industriales que más pierden con la crisis
Imagen | Images of Money