El grupo Zinkia, la productora de Pocoyó, está, según una nota emitida a la CNMV, al borde del concurso de acreedores si no prospera con éxito la emisión de bonos de 15 millones de euros que planea para hacer frente a sus deudas corrientes.
Muchas veces hemos hablado por aquí de la mala estrategia de cubrir deuda con más deuda y de si son viables las empresas que hacen esto. Vamos a analizar si Zinkia está siendo víctima de la mala gestión o si estamos ante una situación anormal debido a la crisis financiera que vivimos en España.
Zinkia, resultados
Lo primero que debemos mirar es si Zinkia tiene o no buenos resultados. La conclusión es que es una empresa que lo está haciendo bien. El año pasado su facturación creció un 83%, llegando a los 14,2 millones de euros. Y esta facturación viene sobre todo de EEUU, donde tiene el 60% de sus ventas. España sólo representa el 4% de sus ventas. Su beneficio fue de un millón de euros frente a los escasos 54.447 euros de 2011.
¿Dónde está el problema? En su deuda financiera de 8,48 millones de euros, que además creció un 26%. Ahí está su mayor losa, ya que los beneficios que consigue no son suficientes para cancelar la deuda. Y a finales de este año tiene que devolver la emisión de bonos de 2010, con la que consiguió captar 2,2 millones de euros al 9,75%.
¿Mala gestión?
El problema de Zinkia es muy claro. Ha tenido buenos crecimientos, está generando beneficios, pero la deuda es una losa insoportable. En una condición normal del mercado simplemente refinanciaría, pero los bancos no sueltan dinero, y se ve forzado a emitir bonos.
El problema de Zinkia no es que no sepan hacer bien su negocio, su crecimiento y que los ingresos vengan de fuera de España son una buena señal. El problema es que para expandirse, para crecer, queman dinero, y no es suficiente lo que generan internamente.
Ante esta situación tienen dos posibilidades: expandirse más lentamente, con lo cual podrían dejar pasar oportunidades, o crecer sin mirar el lado financiero de la empresa. Los gestores de Zinkia han debido hacer esto último.
Podrían haber sido más precavidos, desde luego, y más mirando la historia de los fundadores de Zinkia, que acostumbraban a quemar el dinero en cuanto lo tenían en las manos (aunque es cierto que los fundadores salieron de la empresa en 2011, vendiendo todo al socio financiero), pero estoy de acuerdo en que es una empresa con mucho potencial y dejar pasar las oportunidades por el entorno financiero concreto de España es una pena.
En definitiva, creo que los gestores deberían haber mirado más la parte de deuda a la hora de tomar decisiones, pero tampoco han hecho nada descabellado. La empresa podría ir a concurso si la emisión de bonos sale mal, es cierto, pero los acreedores tendrían una empresa solvente entre manos, que genera negocio y dinero. No es lógico que la dejen caer, pues una empresa rentable que entra en concurso es fácil que deje de serlo.
Una lección que nos ha dado esta crisis es que hay que ser muy cuidadoso con el nivel de deuda que asumimos. Crecer con deuda tiene sus peligros, y aunque en este caso les sale bien en la parte empresarial, ahora resulta que tienen problemas financieros. Siempre hay que buscar otras formas de expandirse, por ejemplo con una mayor base de capital. Yo creo que Zinkia debería liquidar deuda a costa de ampliar capital, aunque el socio mayoritario con un 51% no querrá porque perdería su posición dominante en la empresa. Pero a veces hay que decidir entre dominar una empresa o salvarla.
Conclusión: España no es país para hacer negocios
La conclusión que saco de todo esto es que España no es un buen país para hacer negocios. Teniendo una empresa rentable les es imposible encontrar financiación para afrontar su situación de deuda a pesar de la rentabilidad. Lo que me sorprende es que se empeñen en buscar financiación en España a pesar de que la mayor parte de su negocio está fuera.
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