Por primera vez un país se va en serio contra Estados Unidos y da un golpe donde más duele: en la calidad de la deuda. Llevamos bastante tiempo hablando del poder excesivo y oligopólico de las Agencias de Calificación, y de su nula neutralidad. Standard & Poors, Moody’s y Fitch, tienen la facultad para otorgar el veredicto final sobre la salud económica de los países, sin que ningún gobierno sea capaz de evitarlo o decir algo al respecto. Las tres agencias de Estados Unidos deciden cuales países son fuertes y cuales son débiles; hacia qué lugar pueden dirigirse las inversiones y hacia que lugar no. Pero eso ha comenzado a cambiar.
Dentro de las novedades que nos presenta China cada día, esta vez le ha tocado el turno al estreno de su primera Agencia de Calificación de Riesgo, Dagong Credit, creada por Pekín para romper el monopolio que Estados Unidos tiene en este ámbito y aportar una visión alternativa a la de las “tres hermanas” de Wall Street.
El primer informe de Dagong Credit, ha causado un gran revuelo por el mal pie en que deja a Estados Unidos respecto a la calidad de su deuda. Para evaluar la solvencia de los países, Dagong Credit emplea criterios distintos a los tradicionales, al tomar en cuenta la capacidad de crear riqueza y la cantidad de reservas del país. El resultado es que con este criterio, Estados Unidos pierde el mítico nivel “triple A” (la mejor calidad de deuda) y queda en “doble A”. Gran Bretaña y Francia descienden a “AA-”; e Italia, España y Bélgica, bajan nada menos que a “A-”. Canadá, Alemania y los Países Bajos, obtienen “AA+”, la misma nota que China, que sube (ver tabla).
Está demás decir que las críticas por el hecho de que China se haya revalorizado a sí misma, son abundantes. Pero muchos expertos señalan que la clasificación de Dagong Credit es mucho más “realista” que las de Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, sobre todo en lo que refiere a la calidad de la deuda de Estados Unidos. Las tres grandes de Wall Street no solo fueron incapaces de advertir la enorme crisis que se incubaba al interior de la primera potencia mundial, sino que han ocultado sistemáticamente una realidad que es mucho más negativa. La deuda pública de Estados Unidos supera los 13 billones de dólares (el 90% del PIB), y gran parte de los 40 billones de dólares en deuda privada está “en las sombras”: Esto tiene al mercado financiero convulsionado, pues Estados Unidos se encuentra al borde de la quiebra.
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