Una de las frases más célebres de nuestro presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate sobre el estado de la nación que ha tenido lugar en el día de hoy, ha sido:
Voy a seguir mi camino me cueste lo que me cueste.
Con ello, nos transmite que impulsará todas las medidas de ajuste económico que sean necesarias y por duras que sean, para salir de la crisis de una vez por todas.
Zapatero ha sido muy criticado por los recortes sociales practicados en los últimos meses, unos recortes necesarios y que de no producirse, muy posiblemente, los mercados internacionales se habrían cebado con nosotros.
Bien es cierto, que en el inicio de la crisis se negó la existencia de la misma, y una vez que ya era innegable, apuntó que lo peor de la crisis ya había pasado. Hoy año y medio después, sigue afirmando lo mismo con unas expectativas cada vez menos prósperas sobre la economía española.
En mi opinión, en el desarrollo del debate, tanto el presidente del gobierno como el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, más que en ponerse de acuerdo sobre las medidas económicas que deben aplicarse, se han obcecado en la maximización de sus propios intereses políticos.
A todos los ministros de economía a lo largo de la historia les ha gustado ser recordados por las rebajas fiscales, por cuánto creció la economía bajo su dirección, etcétera. Porque es muy incómodo tener que aplicar duras medidas de ajuste y ser recodado por ello. En base a esto, la sociedad tiende a valorar más lo primero, que las medidas aplicadas por el gobierno por el bien del 'interés general'.
Bajo desde el punto de vista económico, las reformas llevadas a cabo por el gobierno, son muy dolorosas para el bolsillo de los más débiles, y que muchas de ellas tendrán un coste político que se desprecia, pero eran necesarias. Ahora, casi todos los partidos de la oposición se centran en criticarlo, y nadie aporta sugerencias ni opiniones sobre lo que se tendría que hacer.
El que tengamos unos políticos con este ‘talante’, nos hacen meditar a todos sobre si el mantenimiento de esta ‘clase política’ sirve para algo distinto que para buscar la confrontación y la crítica más despectiva.
Algunos han afirmado estos días que el hecho de que nuestra selección haya alcanzado la gloria en el mundial de fútbol, catapultará a España hacia la senda del crecimiento económico. No niego que este gran acontecimiento se erija como un balón de oxígeno para levantar nuestras expectativas, tan necesitadas de confianza y de mirar al futuro con optimismo.
Pero lo que realmente necesitamos, ahora más que nunca, es una clase política unida, con unos proyectos económicos sólidos, porque hasta que ellos no se pongan de acuerdo, nosotros seguiremos creyendo que la solución está lejos.
Vía | El Mundo En El Blog Salmón | Debate sobre el estado de la nación, apuntes sobre el discurso económico de Zapatero Imagen | death_penalty