Vía Ecos del Futuro he llegado a los datos de las muertes producidas por cada una de las fuentes de energía. Véase el cuadro que acompaña el post para poner en perspectiva el debate nuclear/anti-nuclear que se ha creado a raíz del terremoto de Japón, posterior tsunami y los daños en la central de Fukishima. Para que nos hagamos una idea, la energía nuclear mata cuatro veces menos que la energía eólica.
La peligrosidad de una central nuclear es manifiesta, pero si comparamos la cantidad de energía producida por cada fuente detallada, podemos observar cómo la energía nuclear es la energía que menos muertes produce con diferencia sobre las siguientes fuentes de generación de energía. Sorprendentemente, las renovables matan a más personas que las nucleares, por lo que el pánico nuclear y “vamos a morir todos” debemos irlo desterrando si queremos abordar el tema con objetividad y plantear una solución futura al abastecimiento de fuentes de energía.
En todo el maremagnum de acontecimientos que han ocurrido en el país nipón, me llama poderosamente cómo Japón está aguantando el temporal en el suministro de energía, cómo una central nuclear que está diseñada para aguantar un seismo de grado 7,5 se mantiene en pie con un terremoto de 9 y cómo no han perdido el suministro eléctrico de manera importante y han podido mantener servicios básicos como telecomunicaciones y hospitales.
Es obvio que un problema nuclear requiere una preparación específica y que los daños que se pueden crear son muy importantes. Pero también me gustaría que alguién hiciese una simulación de lo que podría haber ocurrido en Japón si toda la energía de la costa hubiera dependido de fuentes renovables, como molinos de viento o placas solares. Estos sistemas no están preparados para terremotos o para tsunamis y cómo se hubiera afrontado entonces la prevención, evacuación y coordinación de la población frente un desastre natural como el posterior tsunami al terremoto.
Pensemos sólo en el daño que se podría haber causado por la falta de telecomunicaciones, energía en hospitales o centros de coordinación de siniestros. Escenario nada alentador tampoco, por lo que el debate sobre las fuentes de generación de energía no debe sesgarse a raíz de un siniestro natural que se produce cada 150 años. Y a pesar de la dureza de dicho sniestro, las centrales aguantan y no han reventado aún, al igual que no lo van a hacer.
El problema energético es un problema global, tanto de abastecimiento de fuentes primarias de energía, como uranio, petróleo, combustibles fósiles o energías limpias como solar o eólica, a los sistemas seguros, de abastecimiento global y que aguanten dosificación, control y situaciones extremas. Sería precioso tener un planeta con energías renovables al 100%, aprovechables y lo más seguras posibles, pero hasta que la humanidad llegue a ese punto, descartar la energía nuclear de manera radical es un grave error económico, que lastrará el crecimiento y desarrollo futuro de la población.
Más Información | Next Big future y World Nuclear
En El Blog Salmón | El riesgo de desastre natural en Japon reduce la producción energética mundial
Imagen | Ignorant Walking