Después de la feroz guerra de precios que mantienen los supermercados, esta parece estar llegando a su fin al afirmar estos, que ya no hay más margen para bajar los precios.
El principal motivo es de orden financiero, no pudiéndose permitir el lujo de mantener su línea de perder un punto porcentual de margen año tras año, tras una bajada generalizada de precios en los dos últimos.
En los que la mayoría de las cadenas de distribución han competido ferozmente, con un doble objetivo, capear el temporal y arrebatar cuota de mercado a los competidores. Como ha afirmado la consultora Kantar Worldpanel, los grandes almacenes lo tienen muy complicado para elaborar nuevas rebajas en distintas promociones como la de la ‘vuelta al cole’.
A la par que esta pérdida de margen, los supermercados se han enfrentado a dos grandes factores, que irán en aumento en un futuro, como el alza del precio de los combustibles que se traduce en un encarecimiento de los costes de transporte y distribución, y por otro lado, la subida del precio de las materias primas en los mercados.
Factores que más pronto que tarde inducirán un componente alcista en los precios de los productos finales. Las estrategias de bajadas de precios, tienen sentido en lo que respecta a la consecución de los objetivos comerciales si se aplican de manera coyutural, pero bajo ningún concepto pueden entenderse como estrategias con un horizonte temporal mayor a unos meses.
Porque si se consideran de este modo, se asume el enorme riesgo de condenar a estas cadenas de distribución a vivir en una situación de déficit perenne, que las catapulte hacia el fin de su negocio.
Vía | Expansión
En El Blog Salmón | La agricultura, ¿posibilidad real de inversión?
Imagen | vastlk