Se ha levantado una fuerte polémica por una nueva universidad privada dedicada a las humanidades. Esta universidad otorgará títulos propios y los títulos de otra universidad pública si sus alumnos aprueban los exámenes puestos por la universidad pública. Los alumnos de la universidad privad podrán utilizar algunas de las instalaciones de la universidad pública, aunque están registrados de hecho como alumnos de la misma, aunque sin derecho a atender a las clases, sólo a examinarse.
Esta universidad privada ha sido fundada por académicos famosos que creen que el sistema educativo actual no da una buena respuesta a las necesidades de los alumnos y ven un nicho para su universidad. ¿Es algo problemático desde nuestro punto de vista español? Creo que no, pero es que no se trata de España dónde hemos visto esta polémica, sino del Reino Unido.
En el Reino Unido se ha lanzado el New College of Humanities, una institución privada que va a proporcionar educación en humanidades, los títulos serán validados por la Universidad de Londres una vez aprobados los exámenes correspondientes. El New College of Humanities quiere recoger a alumnos que no han podido entrar en Cambridge u Oxford y que quieren una educación similar con el sistema de tutorías (una o dos horas a la semana en ratios de un profesor con uno o dos alumnos), además de estar dispuestos a pagar sus tarifas, 18.000 libras anuales.
Además en el Reino Unido al contrario que en Estados Unidos, las universidades privadas son una excepción. Si en Estados Unidos es habitual asistir a una universidad privada, en el Reino Unido sólo hay dos universidades privadas, Buckingham y BPP. Buckingham empezó con la intención de ser una alternativa a Oxford y Cambridge y en la práctica excepto el diploma que permite acceso a derecho la inmensa mayoría de sus alumnos son extranjeros con la intención de estudiar empresariales y BPP da formación de negocios. Así que el New College of Humanities es una especie de rara avis que pretende introducir en Inglaterra la educación típica de los liberal arts colleges americanos en Estados Unidos, (pequeñas universidades privadas que dan una formación amplia).
La polémica viene en un momento en el que las humanidades empiezan a ser olvidadas por parte del sistema educativo superior público. Con los recortes previstos por el gobierno, sólo las ciencias, ingeniería, tecnología y matemáticas van a recibir apoyo por parte del gobierno. Las ciencias sociales y humanidades tendrán que vivir de lo que paguen los alumnos que quieran estudiarlas.
Por supuesto tenemos a profesores afirmando que la educación no es una mercancía y que los académicos no han de trabajar para el sector privado ya que podrían vender sus buenas ideas por 50 libras y las malas por 10 libras. Claro, que me parece que este académico se olvida de que a la universidad a partir de cierto punto se va a tener ideas propias de 50 libras, no ha escuchar las de otra persona. Para eso muchas veces es posible comprar un buen libro.
Aunque en mi vida he pisado una universidad privada, no entiendo la reticencia de muchos a que existan agentes privados en la educación superior. Si alguien quiere poner su dinero en ello, me parece estupendo. Si otros creen que su título es mejor por haber estudiado en la universidad pública, me parece estupendo que entonces atiendan a la universidad pública. Tampoco me parece malo del todo que las universidades públicas tengan competencia (ya sea de otra universidad pública o de otra privada o incluso internacional). Además, al menos en España las privadas parecen hacerlo (de media) bastante peor que las públicas. Además en el caso del New College of Humanities los alumnos van a tener que pasar por los mismo exámenes que en una pública, cosa que no sucede en la mayor parte de las universidades del mundo.
Y es que la competencia suele ayudar bastante al buen desarrollo de una empresa o cualquier institución. No creo que Inditex hubiera sido tan grande si no hubiera tenido que competir antes con grupos textiles nacionales (Cortefiel y Mango) y luego con internacionales (GAP y H&M). No creo que Harvard fuera lo que es ahora si no fuera porque tuviera al MIT a unos pocos pasos.
Supongo que lo que sucede es que si estamos muy acostumbrados a algo nos cuesta cambiar la idea. Ya se trate de la educación, tecnología o cualquier otra osa. Aunque la reticencia al cambio muchas veces es lo que nos puede resultar peor, nos preparamos peor y el cambio nos lleva por delante.
Más información | The Economist, The Guardian, The New York Times y New College of Humanities (En inglés)
En El Blog Salmón | La burbuja universitaria en Estados Unidos y Universidad y endowment
Imagen | Jeff Ozvold