Es importante analizar cuáles son las condiciones que impactan el empleo y el desempleo, qué impacta cada uno de estos y cómo se puede generar circunstancias para la creación de más puestos de trabajo y para mitigar su pérdida. Es especialmente importante en momentos de alto desempleo. Por eso me interesan estos estudios que analizan los mejores estados para las empresas y las mejores condiciones ambientales que permiten más empleo y menos desempleo.
Estamos en momentos donde parece que los únicos empleos que se están creando son como resultado de gastos estatales, con la creciente marginación de las empresas privadas, con su falta de recursos y su cada vez menor acceso a financiación. Parte de esta marginación financiera del sector privado es por el creciente riesgo y la creciente incertidumbre empresarial. Otra parte muy importante, pero que se tiene poco o nada en cuenta, es que los mercados financieros no tienen apetito de riesgo para todos y los gobiernos están copando casi toda la cuota que tienen los mercados.
En un estudio de un profesor de la estadounidense universidad de Maryland y de dos miembros del censo estadounidense, analizan el desarrollo de la creación de empleo y concluyen que el tamaño de las empresas tiene mucho menos impacto sobre la creación de empleo que lo que se piensa. La conclusión es que, grandes o pequeñas, las empresas que más crean empleo son las nuevas, es decir, los nuevos proyectos empresariales.
Esta información no es nada nuevo para algunos de nosotros, aunque es bueno ver los estudios que lo certifican, para los que necesitan estudios para aceptar un argumento. Por qué creeis que he hablado durante tantos años, incluyendo en estas páginas, de la importancia del labor empresarial y de la importancia de eliminar las barreras y los obstáculos a este labor empresarial.
También hay que asumir que, como empresas nuevas que son, un número importante de ellas cerrará en sus primeros años y, para eso, es necesario la agilidad en el empleo que resultará en más agilidad de las empresas y, como consecuencia, mucho más creación de empleo.
Importa menos la edad de la empresa y tampoco importa la nacionalidad de los empresarios. Por eso no debe sorprender ver que zonas estadounidenses de alta creación de empresas, como es la famosa y anhelada Silicon Valley, tienen un alto número de empresarios inmigrantes y están muy abiertos a su presencia y a sus oportunidades.
Los gobiernos tienen papel en este tema, aunque no es reemplazar al sector privado. He hablado en estas páginas muchas veces de las cosas que los gobiernos deben hacer para facilitar el labor empresarial y para eliminar los obstáculos a este labor. Ya que quieren hacer cosas, que hagan sólo las que deben.
Vía | New York Times (en inglés)
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