No diré que la crisis financiera española pudiese haberse evitado, pero sí que podría haberse gestado de una forma mucho más óptima. Con una buena voluntad por parte de los implicados, quizás ahora nuestra situación no sería tan delicada y no hubiese sido necesario recurrir a un rescate internacional.
Curiosamente, en esta misma línea de pensamiento se mueve el prestigioso The New York Times, que en un artículo de hoy ha criticado con dureza a los miembros españoles del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en lugar de poner su grano de arena para solucionar el problema prefirieron mirar hacia otro sitio. Este medio va más allá e incluso se atreve a ponerle nombre y apellidos a sus responsables: José Viñals, Jaime Caruana y Rodrigo Rato.
Viñals fue consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del FMI, y Caruana, consejero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del Fondo. Según el NYT estos dos personajes deberían haber sido los primeros en alertar sobre la delicada situación financiera que estaba atravesando la banca española, en lugar de vanagloriarse del “sistema financiero más sólido del mundo” en sus informes.
Rodrigo Rato no se queda atrás para este rotativo. El que estuviera al frente del FMI entre 2004 y 2007 y que se consideraba a sí mismo el artífice del “milagro español” es criticado duramente por su desconocimiento sobre el sistema financiero y su pésima gestión al frente de Bankia.
¿Podrían estos señores haber aportado algo de luz a la crisis financiera? Sin duda que sí. Sin embargo, su silencio es el precio a pagar cuando hablamos de personas que asumen roles de vigilancia en agencias internacionales cuya función es evaluar las mismas políticas de las que ellos fueron artífices y responsables. ¿No es irónico?
Sin duda, el problema residió en sus cargos públicos. No debemos olvidar que tanto Caruana como Viñals aterrizaron en el FMI directamente desde el Banco de España, institución que Caruana gobernó entre 2000 y 2006 y donde Viñals ejerció como subgobernador de 2006 a 2009. Rato, mientras tanto, llegó a presidir el FMI tras ejercer como Ministro de Economía durante la época del gobierno de Jose María Aznar.
Situaciones como esta nos hacen preguntarnos: ¿es necesario mantener con nuestros impuestos un conglomerado de agencias internacionales tan grande si a la hora de la verdad no cumplen el cometido que justifica su existencia?
Más información | The New York Times (en inglés)
En El Blog Salmón | El Fondo Monetario Internacional nos da un interesante análisis, La receta del FMI solo hunde más a España en la depresión