El gobierno de Merkel acaba de aprobar una tasa a las entidades financieras con el fin de amortiguar posibles situaciones de quiebras financieras. Esta tasa se calculará mediante unos tramos porcentuales, entre el 0,02% y el 0,04% de los pasivos contraidos por las entidades financieras, descontando el capital de la entidad y los saldos depositados por los clientes. Pero esta tasa es completamente inútil para los propósitos que persigue.
Sin ir más lejos, la recaudación que persigue Merkel con este impuesto, no superará los 1.000 millones de euros anuales y dado que se articula en un fondo independiente, no es un dinero útil para la gestión pública de los estados. A efectos económicos, el Hypo Real State ha necesitado cerca de 100.000 millones de euros, por lo que se necesitan al menos 40 – 45 años de recaudación para socorrer a una sola entidad de un tamaño importante. Y para las entidades que no generen riesgo sistémico, no se garantiza que se permita el rescate de las mismas inicialmente.
Las entidades financieras no van a estar dispuestas a sacrificar sus beneficios y por tanto, el incremento de costes financieros para los clientes va a ser directo, tanto en el aumento de las comisiones como en el aumento del margen de intermediación de intereses. En definitiva, los paganinis vamos a seguir siendo los mismos, es decir los ciudadanos de a pie y lo mismo de malo es acudir a un rescate financiero con dinero público que crear una especie de impuesto indirecto que repercute a toda la población que usa los servicios financieros.
Merkel quiere que la eurozona ponga en práctica esta tasa de manera uniforme para evitar competencia entre las entidades financieras que no se encuentren radicadas en Alemania pero la eurozona no debe estar por la labor de disminuir sustancialmente la renta disponible de todos los ciudadanos europeos más aún.
Seguimos creando impuestos no productivos, que sería el nombre más exacto de esta tasa y en el hipotético caso de tener que recurrir al fondo de rescate que se crea, si este no tuviera dinero suficiente, siempre finalizarían los Gobiernos sacando el talonario. Quizá sería más interesante mejorar el mecanismo de responsabilidades para quiebras y aquellos que se equivocan y pierden, que apechugaran completamente con su nula y pésima gestión.
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Imagen | World Economic Forum