WSJ y Bloomberg nos cuentan cómo BBVA no ha conseguido (o quizá no ha querido) renovar 1.000 millones de dólares en pagarés en el mercado americano.
En este sentido, el banco que dirige González liquidará estos vencimientos y previsiblemente siga en esa tesitura con el resto de los 9.000 millones que tiene en USA. Este movimiento se sustenta en el aumento de los tipos de interés que se está generando en el mercado de deuda a corto plazo y en el cambio regulatorio y composición de la cartera de activos que entrará en vigor pasado mañana para los bancos españoles.
Este movimiento es un movimiento estratégico por parte del BBVA al no aceptar las condiciones del mercado en niveles muy altos y disponer de liquidez suficiente en depósitos en el BCE. Habrá que estar atentos a este hecho, dado que lo mismo puede ser irrelevante que igual puede ponernos sobre la pista de algún problema de mayor calado, no para BBVA o Santander, sino para el resto de emisiones de deuda española y europea a corto plazo.