La crisis de la deuda griega ha sido un recordatorio dramático de la vulnerabilidad de la economía mundial al mantener la amenaza de una rápida propagación de pánico financiero. El recuerdo escalofriante de la caída de Lehman Brothers y sus desastrosas consecuencias es algo a lo que se teme. Más aún cuando las agencias de rating castigan duramente a los países que están en dificultades, como Grecia, España y Portugal. ¿Qué ganan estas agencias con acelerar más el pánico?. Concuerdo con el post de Onésimo en que fustiga el proceder de estas agencias. Lejos de actuar en forma contracíclica, sus anuncios son totalmente procíclicos y abren la cancha a los espíritus animales, en vez de cerrarla.
Esto último es lo más insólito del caso. Porque pese a que ha sido comparada con una peste (Angel Gurría, de la OCDE, señaló que esta crisis es como el Ebola, y amenaza la estabilidad de todo el sistema financiero) son las propias autoridades las que dejan que esta peste se propague, al no saber aislarla con políticas efectivas. Si se han asustado con Grecia, habrá que temer aún más de la pesadilla que viene con Portugal… y España, con una economía cinco veces mayor a la griega.
Una de las razones de la inestabilidad la constituyen los propios instrumentos financieros creados por una arquitectura salvaje que apuesta a los principios del darwinismo social. Aunque la Unión Europea señaló la necesidad de prohibir el uso de los CDS (derivados de incumplimiento crediticio) hace dos meses, no ha pasado nada y estos instrumentos siguen exacerbando la incertidumbre.
Los inversores de CDS invirtieron el viernes 443 millones de dólares para asegurarse contra el impago del Reino Unido, de acuerdo a los datos que señala el Depository Trust Clearing Corp, completando un total de 8.200 millones de dólares, el doble de lo existente en enero. La preocupación de estos inversionistas amenaza echar por tierra la incipiente recuperación y bloquear toda posibilidad de salir de la crisis. A modo de ejemplo cuelgo está gráfica (arriba) publicada por Neil Hume en AlphavilleFT. Como puede apreciarse, los especuladores están apostando fuerte no sólo contra el Reino Unido, sino también contra España e Italia. ¿Se imagina lo que puede ocurrir cuando este pánico se extienda a Japón y Estados Unidos?
Hasta la fecha estos impagos de crédito soberano se producian en los países emergentes, como Argentina o Rusia. Pero la marea deflacionaria (caída general del precio de los activos), ha comenzado a rodar en contra de las economías más desarrolladas como es la zona del euro. El mercado está escéptico de la solución griega, lo que ha elevado el coste de la protección contra el incumplimiento crediticio a niveles exorbitantes, al comprar a un ritmo hasta diez veces mayor que la compra para protección de empresas específicas. Por eso que el gráfico de la deuda puede comenzar a sufrir serias transformaciones en cosa de días. No hay dinero suficiente para pagar las deudas mientras éstas, por sí solas, se siguen reproduciendo. Por eso que la siguiente ola de contracción de crédito no sólo puede barrer con varios países europeos, sino que también puede alcanzar a Japón y Estados Unidos.
En El Blog Salmón | ¿Por qué se rescató a los grandes bancos?, Grecia y la deuda: comienza el desplome del dominó europeo
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