Tras el espectacular crecimiento de renta que se ha consolidado China en los últimos años y el consecuente calentamiento del nivel de precios, los trabajadores chinos no han disfrutado de una mejora en sus condiciones laborales de forma paralela, hecho que les ha conducido a manifestarse reivindicando una revisión de sus condiciones.
Al hilo de esta cuestión, hoy quiero fijar la mirada en un grupo de trabajadores de una fábrica de bolsos de lujo de la comarca de Panyu, que llevan tres jornadas de huelga para denunciar su precaria situación, que solo les permite alcanzar un sueldo de apenas 1.100 Yuanes (120 euros) al mes por una jornada de doce horas de trabajo, en ausencia de las más elementales garantías sociales.
La principal baza del sector manufacturero chino ha sido su baja estructura de costes salariales, circunstancia que le he permitido competir en los mercados con unos precios mucho más bajos. Suponiendo un grave atentado hacia los derechos de los trabajadores y una competencia desleal en su interrelación con el resto de países competidores internaciones, sobre todo con los norteamericanos y europeos, que ofrecen mayores garantías y un nivel de protección social más elevado.
El hecho que aquí les anuncio hoy, puede, y debe, marcar un punto de inflexión en el mercado laboral chino, que sin lugar a dudas tendrá dos consecuencias directas muy positivas desde el punto de vista económico. Por un lado, una mejora del bienestar de dichos trabajadores, a la par que mejorará la competencia laboral internacional garantizando un marco de protección de mínimos, que elimine de una vez por todas las diferencias alimentadas por la vulneración de los derechos más elementales de los trabajadores, que han basculado los centros de producción hacia este tipo de países.
Vía | Expansión
En El Blog Salmón | Consideraciones sobre la competencia china
Imagen | thewolf