Un tema del que se habla muy poco en España (a pesar de su importancia) es de hasta dónde debería llegar la cobertura sanitaria. Todos nos pensamos que la Sanidad en España es universal y gratuita y que eso significa que nos cubre cualquier procedimiento, pero no es así. Universal es que cubre a todo el mundo (aunque con las últimas reformas esto es muy matizable) y gratuita que no cuesta dinero directamente al paciente (excepto el gasto farmacéutico) pero hay tratamientos que no están cubiertos.
Hace unos días salía en la prensa el caso de un paciente en Málaga que tiene una enfermedad degenerativa y el tratamiento paliativo tiene un coste de 140.000 euros al año. El caso concreto tiene todos los ingredientes para que sea un caso extremo: primero, la enfermedad no tiene cura, estamos hablando de un tratamiento paliativo; segundo, enfermedad crónica y rara; tercero, el paciente tiene 76 años. ¿Qué debería hacer el sistema sanitario?
El procedimiento actual es que reunirse una comisión del hospital, la comisión de farmacia, y aprobar o denegar el tratamiento. Lo primero que llama la atención es que la comisión todavía no se ha reunido ni ha facilitado a los familiares una fecha estimada, lo cual es una aberración. Ante un caso tan extremo debería reunirse de urgencia y tomar una decisión inmediata. No reunirse es en sí tomar una decisión ya que la enfermedad avanza.
Lo segundo importante es que en estos casos el Estado (a través de las comisiones o comités correspondientes) deberían valorar si el gasto merece la pena. Y yo aquí soy bastante extremista: cualquier gasto sanitario que mejore la salud es procedente, siempre que no haya alternativas. En este caso concreto hay dos grandes pegas, por eso lo hacen extremo: que sea un tratamiento paliativo, no impide el avance de la enfermedad; y la edad del paciente.
A mi me parece que ambas cuestiones no deben impedir el gasto. Que sea un tratamiento paliativo es suficiente en este caso, bastante es que en este tipo de enfermedades raras apenas hay investigación como para no suministrar el tratamiento que se conoce porque no cura. Y la edad del paciente no me parece relevante. Discriminar por edad me parece una barbaridad, si no hay motivos de salud que lo impidan el tratamiento no debería impedirse por estos criterios.
Yo creo que la gran base de nuestro Estado del Bienestar es una atención sanitaria lo mejor posible. Y si los tratamientos son caros habrá que priorizar este gasto frente a otros (incluso pensiones). De lo contrario nuestra sociedad será peor y tendrá otros gastos indirectos por no tratar enfermedades.
Más información | Diario Sur
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