Esta comparativa puede ser análoga para todas las divisas del mundo, que son en definitiva las formas en las que actualmente se hacen las transacciones monetarias así como se expresa el valor de los bienes y servicios. Enmarcado dentro de los tipos de cambio, podemos hablar de dos tipos:
- Tipo de cambio real: es en el que se valoran o precio relativo de los bienes y servicios dependiendo de la cuantía o situación de la moneda de cada uno de los países en los que se generen dichos bienes y servicios. En resumen, el valor de las actividades y cosas.
- Tipo de cambio nominal: es propiamente dicha la variación o fluctuación a lo largo del tiempo de los valores de una determinada moneda o divisa en función de otra.
Cabe destacar que los tipos de cambio son bastante importantes en varios sentidos; primeramente para empresas que trabajen a nivel mundial como las multinacionales, o empresas de importación han siempre de tener en cuenta el movimiento de los tipos de cambio, ya que según las leyes de contabilidad internacional, contablemente al menos se ha de hacer una revisión anual de los tipos de cambio de nuestros activos situados en otras zonas monetarias; así como si exportamos e importamos productos o servicios, estamos obligados contablemente a expresar el valor de orígen así como el tipo de cambio y el valor de nuestra propia moneda en la operación.
Otra cosa fundamental de los tipos de cambio es que con ellos se puede valorar la apreciación o depreciación de una moneda en términos de otra. Por ejemplo si 1 dolar ayer estaba a 167 yenes y hoy está a 165 yenes, el precio o mejor dicho el valor del yen japones es mayor por lo que su valor con respecto al dolar se habrá apreciado; del mismo modo podríamos decir que el tipo de cambio indica que el valor del dolar se ha depreciado, ya que hacen falta 2 yenes menos para tener la misma cantidad de dólares.
Como último punto destacable se podría apreciar que los tipos de cambio no sólo pueden ser variables como hemos visto hasta ahora, también existen los tipos de cambio fijo o semi fijo; es el caso de lo que ocurrió en la Unión Monetaria Europea con la llegada de la divisa única; todos los países (12 en aquel momento) llevaron cada una de sus monedas a un tipo de cambio fijo con la moneda única, el euro. Los españoles por ejemplo recordaremos que nuestro tipo de cambio fijo con el euro era de 166,386 pesetas.
El tipo de cambio variable es el que hemos definido durante la primera parte de la entrada, la relación definida por la ley de la oferta y la demanda de divisas entre sobre todo las 3 grandes monedas del mundo, el yen japonés, el dolar americano y el euro.
Una de las cosas que anteriormente no repercutía a cada uno de los países de la zona euro con tipo de cambio fijo, es que bajo un sistema de éste tipo como tenemos actualmente, el banco central europeo no es capaz de determinar realmente la oferta monetaria del mismo modo que en una economía cerrada o que cuando se opera bajo un sistema de tipo de cambio flexible. Aunque si bien es cierto, a nosotros una moneda única y de mismo valor en toda la UE nos ayuda mucho al libre comercio y libertad de personas.
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