Uno dos tres, de Billy Wilder

Uno, dos, tres de Billy Wilder es una desternillante comedia sobre la Guerra Fría, pero también tiene una serie de aspectos económicos que la hacen una interesante películas sobre negocios y sobre economía. Empieza con McNamara,el jefe de la Coca-Cola en Berlín, después de la segunda Guerra Mundial, pero antes del levantamiento del muro. Se puede circular entre los dos sectores y McNamara está intentando venderle a la Unión Soviética Coca Cola.

La hija del jefe supremo de Coca Cola es enviada desde Georgia allí por parte de su padre en un viaje por Europa para que se culturice y meterla en vereda, pero la chica no se comportará como su padre espera, lo que obligará a McNamara a poner en prácica planes cada vez mas disparatados.

A partir de este momento va a haber spoilers sobre la película, así que quién prefiera verla antes de seguir leyendo, le recomiendo no seguir a partir de este punto.

McNamara, luces

McNamara nos da tres lecciones como hombre de negocios. La primera es lo rápido que piensa y se adapta a las circunstancias. No pierde su ambición a pesar de haber fracasado en su anterior destino y tiene un plan para conseguir llegar a donde quiere en su organización, pero no por ello deja de ser una persona con mucho talento.

McNamara se adapta muy rápidamente a cualquier situación y la manipula para obtener ventaja. Da igual lo que cambien las cosas y lo duras que se pongan, McNamara se adapta y le dará la vuelta a todo para que le sirva a sus objetivos. Será capaz de gestionar relaciones públicas, equipos, personas y recursos para conseguir sus objetivos.

Además McNamara es un excelente negociador. Busca lo que quiere su interlocutor y consigue que su interlocutor le de lo que él quiere. No importa que se trate de un mejor sueldo, un colaborador u otra cosa.

Por último McNamara consigue rodearse de un equipo muy bueno. Todos los que trabajan para él son extremadamente competentes. Cumplen sus órdenes por disparatadas que sean, pero saben que obedecen a un plan en la cabeza de McNamara.

McNamara, sombras

Por otro lado McNamara tiene malos puntos. Es incapaz de conciliar vida laboral y familiar, considera a su familia más una responsabilidad que una fuente de felicidad. Además los utiliza cuando puede para que le ayuden en su carrera profesional, que es lo que único que le parece importar.

McNamara ignora bastante a sus hijos y a su mujer, a la que engaña. A pesar de ello le encargará el trabajo más difícil, hacerse cargo de la hija de su jefe. Tampoco presta mucha atención a Scarlett, la hija del jefe a pesar de que es una invitada en su propia casa. Eso le acabará creando el gran disgusto que mueve toda la película.

McNamara en el fondo es un yuppie adelantado a su tiempo, en vez de los años ochenta en Nueva York, está en el Berlín de 1961. Pero eso no parece frenarle.

Capitalismo vs Comunismo

El contraste entre el funcionamiento económico del capitalismo y el comunismo se muestra bastante, no sólo en los aspectos políticos, sino también en el funcionamiento empresarial. Existe una contraposición entre el sistema comunista (pensar en cantidades grandes, burocracia....) y el capitalismo encarnado por McNamara al frente de Coca Cola, siendo ambos objetos de parodia. Aunque sale peor el comunismo que el capitalismo, no olvidemos que se trata de una película norteamericana de 1961.

Así que si queremos pasar un buen rato riéndonos con tópicos empresariales, económicos y con la Guerra Fría, es un filme muy recomendable. Además no hace falta que te guste la economía para disfrutarlo como un enano.

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