La respuesta la tenemos por ejemplo en los precios de los coches, sus precios están en niveles que los hacen asequibles, y eso hace que quien lo necesite, pueda permitirse adquirir un nuevo vehículo.
Hace un par de años, para encontrar un coche por menos de 10.000 euros tenías que ir a un Dacia y pocas más opciones tenías. Ahora coches que hace cinco años rondaban los 15.000 euros están en menos de 9.000; marcas como Mercedes, Audi o BMW cuentan con varios modelos en su catálogo por menos de 25000 euros.
Todo esto ha supuesto que se incrementen las ventas de vehículos nuevos, e incluso el Gobierno ha decidido prorrogar el PIVE, lo que, desde mi punto de vista, ya no sería tan necesario. Vale que las ventas estaban en unos niveles muy bajos, y cualquiera puede decir que desde esos niveles, cualquier crecimiento puede parecer mayor de lo que es, pero sigue siendo importante por el cambio de tendencia que representa. Que tampoco es esperable que esa tendencia sea sostenible, crecimiento sobre crecimiento año tras año, lo consigue Inditex y pocos más.
Entonces ¿precios bajos u ofertas puntuales? La respuesta: * Los precios bajos (asequibles) aportan tranquilidad y confianza y hacen que el aumento de ventas sea más sosegado y sostenido. * Las ofertas puntuales generan estrés y aglomeraciones que sólo compensa cuando la oferta es realmente buena, y si encima se repiten periódicamente producen en el consumidor un comportamiento en oleadas, el día de la oferta el establecimiento se llena, al día siguiente vuelve a haber tan poca gente como el día anterior, y la percepción de que si hoy me han podido vender esto con un descuento tan grande y seguramente han ganado dinero... ¿el resto del año no me están cobrando demasiado?
Para que la economía se recupere, los precios han de ser asequibles al mayor número de consumidores posibles, es lo único que puede hacer que la demanda se estabilice y deje de disminuir. Las viviendas tienen demanda, pero sus precios todavía son prohibitivos para el sector que las necesita a pesar de lo que han bajado, y la financiación sigue sin estar disponible. Los precios de los vehículos están a niveles que los hacen asequibles a lo que se suma la facilidad en la financiación. Las autopistas se usan cada vez menos y los precios de los peajes aumentan casi al mismo ritmo que el tráfico en las carreteras alternativas...
En El Blog Salmón | La fiesta del cine demuestra la elasticidad de la demanda, Al cine no vamos si no nos gusta la película, el precio es secundario Imagen | Fran Carreira