Así será el impacto de las medidas drásticas contra el coronavirus

Tal y como ayer citó la Organización Mundial de la Salud (OMS) Europa es ahora mismo el epicentro de la pandemia del conoravirus. Debido a que el aumento de los casos ha hecho que se impongan más restricciones a los viajes en todo el Viejo Continente.

En Europa, cada día se están registrando más casos de los que se llegaron a registrar en China en su punto álgido de la pandemia y ahora mismo Europa ya está teniendo más casos reportados y muertes que el resto del mundo combinado excluyendo a China. Los últimos datos ya revelan unos 5000 muertos en todo el mundo.

El principal problema de Europa se encuentra liderado por Italia qué número de infecciones se ha disparado en más de 2.500 en las últimas 24 horas, mientras que las muertes relacionadas por la pandemia saltaron a 250 en un único día. En global, nos encontramos con que el número de casos del país transalpino ascendido a 17.660 el número de muertes relacionadas ya es de 1266.

En Francia con España y Alemania ya estamos superando los 2.000 casos y, por ello, estamos sufriendo fuertes restricciones, con el Estado de Alarma ya declarado, que tendrá su correspondiente impacto económico, en la que se solicita a la población que permanezca en su casa para frenar el aumento exponencial de la epidemia.

Las restricciones nos llevarán a la recesión

Si recordamos, la previsión para este año de la Comisión Europea era de un crecimiento económico del 1,2% para la Eurozona y para España del 1,6%, siendo el único país de los desarrollados que ya había revisado su previsión de crecimiento a la baja frente a la anterior medida.

Todo parece indicar que estás previsiones ya las podemos tirar a la basura, porque la Comisión Europea dijo ayer viernes que probablemente el coronavirus empújala a la economía europea a la recesión durante este año. Pero esto no acaba aquí sino que las consecuencias para el próximo año dependerán de la respuesta que pueda forjarse desde los Estados miembros.

De ahí, nace la idea de que hay que inyectar liquidez como sea para proporcionar todos los recursos necesarios al sector de la sanidad y las empresas en dificultades, especialmente las pymes que en España representan el 95% del tejido empresarial.

Tenemos que, como principal medida económica, será la reasignación de 8.000 millones de euros de los fondos estructurales de la Unión Europea no gastados que actualmente ya están en manos de los Estados miembros para atender a las prioridades relacionadas con la crisis.

La Unión Europea establecerá una iniciativa de inversión de 37.000 millones de euros para combatir el impacto del virus similar a la gripe, y está dispuesta a activar una cláusula en las normas fiscales que permitiría la suspensión de los compromisos presupuestarios de los países más afectados por la crisis.

Desde la autoridad monetaria, el Banco Central Europeo, se apostó por no recortar los tipos de interés como lo han hecho recientemente la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales. El hecho de que el BCE no haya logrado el recorte tan esperado podría reforzar la expectativa de que, estamos en una trampa de liquidez, y que le quedan pocas opciones para combatir una crisis.

El delicado caso de España

Hemos reiterado en numerosas ocasiones que uno de los grandes problemas de los sucesivos gobiernos de España es la falta de compromiso con la estabilidad presupuestaria y el control del déficit público. Mientras aquí se hablaba de austeridad éramos el país con mayor déficit público de toda la Unión Europea.

A pesar de que se ha ido rebajando el déficit público en los sucesivos años, el ejercicio de contención no ha sido suficiente para garantizar la estabilidad presupuestaria y el gobierno de Sánchez precisamente no se ha caracterizado por estabilizar la senda del déficit ya que el año anterior se cerró previsiblemente con un déficit del 2,4%, mientras que en 2018 cerró en el 2,5%. Sí solo una décima de diferencia en un año.

Y ahora, podemos encontrarnos ante la tormenta perfecta para que un shock externo nos lleve a grandes dificultades, en un país que ya hemos visto problemas en el mercado laboral y el déficit público con el Gobierno de Sánchez.

Por un lado, tenemos el gasto público se incrementará por los mayores recursos destinados a la atención sanitaria y a las medidas de prevención para hacer frente a la epidemia. Se mayor gasto implicaría debería elevar la diferencia entre los ingresos y los gastos que actualmente es deficitaria.

Por otra parte, el déficit es una variable que tiende a vincularse al global de la economía es decir al PIB, y ya estamos augurando la potencial recesión de Europa fruto de los cortes en todas las áreas de la economía en estos días. Todo ello, supone un impacto negativo en el déficit.

Sin embargo, el problema está en que los vencimientos del déficit público hay que refinanciarlos y en una coyuntura de bolsas desplomándose búsqueda activos refugios, el bono español no destaca precisamente por su gran seguridad con la alta relación de deuda pública sobre PIB del 95%.

Podríamos ver un doble golpe en la economía. El primer golpe el que estamos viviendo ahora mismo, y un eventual segundo golpe en el supuesto de serias dificultades para refinanciar esos vencimientos fruto de la baja credibilidad del emisor y el deterioro acusado de las expectativas económicas.

De hecho, en las últimas dos sesiones del bono español a 10 años hemos visto un acusado incremento de la rentabilidad. Hemos pasado de una rentabilidad del 0,25% al 0,633%, por supuesto esa TIR es baja, el problema es el fuerte crecimiento en dos días. La prima de riesgo tan olvidada desde la crisis de deuda soberana ha pasado de 65 puntos básicos a 118 puntos. Y no es descartable que este movimiento sigue incrementándose a raíz de la complicada situación.

Las bolsas de valores tienden a ser una máquina de descontar expectativas y en la actualidad existe un verdadero pánico bursátil con caídas nunca vistas del 14% en una sola sesión para el Ibex 35.

Nuestra bolsa, si el 19 de febrero cerró en los 10.083 puntos hoy se encuentra en los 6.629 puntos. Es decir en un plazo de menos inferior a un mes el selectivo bursátil español se ha desplomado un 34,25% y en lo que va de año pierde un 30,57%. Salvo Cellnex, todas las empresas cotizadas del Ibex tienen el año negativo, Especialmente, bancos, vinculados al turismo (IAG y Melià) y la petrolera Repsol.

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