En julio, la revista británica volvió a publicar esta singular guía para la valoración de las monedas que se elabora en base al precio del Big Mac en diversas ciudades del mundo, siguiendo con la tradición que mantiene por veinte años. Esta vez, y fruto de un informe elaborado por el banco suizo de inversión UBS, el semanario ofrece una nueva comparación referida a la clásica hamburguesa: relaciona cuánto tiempo debe trabajar una persona para poder comprar un Big Mac. Los resultados, por cierto, no dejan de ser sorprendentes. Mientras en una ciudad como Chicago se requieren sólo doce minutos de trabajo para comprar una Big Mac, en México se necesitan dos horas, en Budapest una hora o en Sao Paulo 40 minutos de trabajo. Puede consultar la gráfica de The Economist.
Aunque muchas veces se ha criticado al IBM por no considerar las diversas tasas de impuestos que aplican los países, así como no dar cuenta de las diferencias y los costos de las exigencias productivas, hay elementos que le dan solidez. Las personas de Chicago, Tokio, Toronto, Londres, Nueva york, Frankfurt, Sydney o París, tienen en común que requiren menos de 20 minutos de trabajo para adquirir el Big Mac.
El informe de UBS va aún más allá y muestra que los trabajadores mexicanos deben trabajar 77 minutos para comprar un kilo de pan, mientras un trabajador de Alemania requiere de sólo 8 minutos, y uno de Holanda, diez. Como vemos, aunque no guste a todo el mundo, el índice Big Mac no miente.
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