Es posible que aquellos de vosotros que conozcáis de cerca iglesias protestantes, o determinados movimientos católicos, seáis conscientes de que esto hoy en día sigue funcionando, y a toda maquina (en numerosas ocasiones sin el más mínimo control fiscal). El diezmo ha llegado hasta nosotros, en pleno siglo XXI, con una menor extensión y amparo legal, pero profundamente arraigado en algunas comunidades religiosas.
Lo cierto es que, de algún modo, he recordado la figura del diezmo al conocer la propuesta del obispo de Segovia: les solicita a los sacerdotes de su diócesis el 10% de su sueldo (entre 600 y 800 euros), en concepto de aportación voluntaria, para ayudar a parados y personas en difícil situación económica. Dicha suma, que en el mejor de los casos, rondaría los 10.000 euros, se canalizaría a través de Caritas Diocesana.
Viene a ser un diezmo a la inversa, y limitado a un mes. Una bonita petición de ¿voluntarismo? que se lanzó al comienzo de la Semana Santa. Yo soy bastante escéptico. Tomando las palabras del propio Obispo, me parece poco más que un gesto de cara a la galería. Si bien, en materia económica he defendido a la Iglesia de la crítica demagógica, no menos cierto es que vengo sosteniendo igualmente que ya es hora de que se acabe cualquiera transferencia de renta, cualquier privilegio fiscal, que al final recaen en las sufridas clases medias. Ésa sería una buena forma de ayudar. Lo mismo que me quejo del canon de los artistas, o de las ONGs, no va ser menos lo que ocurre con el canon religioso vía Papá Estado. Casi que vuelvan al diezmo, pero voluntario, entre sus feligreses, a la par que hagan ejercicios de autocrítica sobre su influencia en la situación económica que vive España.
Vía | Libertad Digital
En El Blog Salmón | Financiación de la Iglesia
Más información | Wikipedia
Foto | Daquella Manera