El desempleo y la crisis, tal como advertíamos hace cinco años, no ha hecho más que recrudecer. La políticas han sido ineficaces para contrarrestar el letargo del ciclo económico y los planes de austeridad no han hecho más que potenciar el desastre. Por defender lo indefendible, por apelar a las políticas más burdas de una ideología que muere en el descrédito y la sin razón, tenemos lo que tenemos: el mayor nivel de desempleo de la historia y nada impedirá que se acerque al 30 por ciento hacia fin de año.
Mientras tanto, el debate sobre si la deuda pública es o no perjudicial para el crecimiento económico continúa en pleno desarrollo. En Voxeu.org se publicó ayer un interesante artículo de Ugo Panizza y Andrea Presbitero Public debt and economic growth, one more time, La deuda pública y el crecimiento económico, una vez más. Panizza y Presbitero profundizaron este tema en un documento publicado en abril de 2012 que buscaba establecer si existe o no una relación causal entre la deuda pública y el crecimiento.
A diferencia de Reinhart y Rogoff, que señalan que la existencia de una correlación negativa entre deuda y crecimiento permite establecer una relación causal directa entre deuda y crecimiento económico negativo, Panizza y Presbitero advierten que la relación deuda/crecimiento es mucho más compleja dado que existen numerosas variables que difieren de país en país y de momento en momento, que pueden llevar a diferentes resultados. Una cosa es que exista una correlación entre deuda y crecimiento pero eso no basta para inferir una relación de causalidad ni menos para especificar un umbral determinado como hacen Reinhart y Rogoff con la cifra del 90 por ciento. Además, ¿es la deuda la que frena el crecimiento, o es el débil crecimiento el que hace caer los ingresos y eleva la deuda?.
De acuerdo a los datos que aportan Minea y Parent y Baglan y Yoldas, no existe ninguna fortaleza en la estimación de ese umbral "mágico" del 90% que plantean Reinhart y Rogoff como el límite pernicioso de deuda pública que instala a un país al borde del "acantilado". La economía de Estados Unidos, amenazada constantemente de situarse al borde del "acantilado fiscal" es el más claro ejemplo: superó el año pasado el 100 por ciento de deuda pública respecto al PIB y tuvo un crecimiento en su PIB de 2,2 por ciento, bastante lejos del pronóstico de Reinhart y Rogoff de una caída de -0,1 por ciento para las economías que superaran ese umbral del 90 por ciento de deuda (ver post anterior).
Lejos de existir un acantilado fiscal que hunda aún más a la economía de un país, lo cierto es que la relación deuda y crecimiento es bastante estable a través de diferentes niveles de deuda. Aunque hay pruebas de que la deuda se correlaciona negativamente con el crecimiento, una correlación no implica causalidad. De hecho, la deuda pública de Alemania es bastante superior a la deuda pública española, y mientras Alemania crece, España (con una menor deuda pública) se hunde en el abismo. El problema es que nadie parece tomar en cuenta el problema de la deuda privada, que sí es el gran flagelo de la economía. Nunca la deuda pública genera las crisis financieras. Es la excesiva deuda privada la que causa las crisis. La inagotable creación de burbujas especulativas que desatan la euforia y el entusiasmo hasta que todo se derrumba por la oleada de pánico tras un "sinceramiento del mercado".
Hoy, Reihart y Rogoff han publicado un artículo en New York Times en el que señalan que su trabajo ha sido mal interpretado y que en rigor la causalidad va en ambas direcciones, es decir que la deuda socava el crecimiento y el lento crecimiento eleva el endeudamiento. Aseguran que nunca hicieron un llamamiento directo a la austeridad, y que eso estaba lejos del objetivo del informe dado que la austeridad no funciona sin hacer las reformas estructurales que son necesarias. Lo más importante es que señalan que no existe ninguna regla que pueda aplicarse por igual y en cualquier momento para un país o un conjunto de países. ¿Por qué entonces la Troika aplicó la receta de la austeridad a rajatabla y sin miramiento alguno para la periferia europea? Alguien deberá responder a esta pregunta que tiene a España al borde de un acantilado más peligroso que el acantilado fiscal: la eclosión social que está creando en su gente.
En El Blog Salmón | ¿Cuánto desempleo provocaron Reinhart y Rogoff por su manipulación matemática?, Rogoff y Reinhart, El desempleo: la furtiva lágrima de la crisis