En una encuesta realizada por Janus Capital en Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Reino Unido y España, los españoles salíamos, junto con Italia, bastante mal parados en la situación financiera de nuestros ciudadanos. Y es que nuestra relación deudas-ingresos es la peor de los países antes mencionados, así como nuestra tasa de ahorro.
Esta es la situación que nos ha llevado a una crisis más dura que los países de nuestro entorno. Nuestro crecimiento no tenía bases sólidas sino que estaba basado en endeudamiento. El dinero que florecía era simplemente el que hay que devolver los próximos años. Y cuando el castillo de naipes se derrumba, la situación es muy complicada.
El crecimiento sólido tiene que estar basado en el ahorro. El endeudamiento moderado no es negativo, todo lo contrario. Permite acometer proyectos, tanto empresariales como personales, pero si todo se basa en deuda, no hay por donde cogerlo. Y España, a la par que el Estado se saneaba, la situación financiera de los ciudadanos (y de las empresas) se deterioraba. Ahora, para permitir que la crisis no nos hunda en el fango, es el Estado el que está endeudándose, esperando que la situación de los ciudadanos mejore y que pueda sanear sus cuentas a tiempo.
Esperemos que la lección quede aprendida. Deberíamos grabarnos a fuego en la memoria que no es saludable endeudarse por más de un tercio de los ingresos y que hay que ahorrar por si surgen problemas.
Vía | El Economista En El Blog Salmón | ¿Ha acabado la crisis en España? Imagen | Andrés de Rueda